Un reportero del diario británico «Daily Mirror» consiguió poner una bomba, aunque falsa, en un tren cargado de desechos nucleares con el objetivo de comprobar la seguridad que existe en el transporte de mercancías peligrosas en Reino Unido.
El rotativo sostiene que uno de sus periodistas transitó hasta los vagones desatendidos en un depósito del noroeste de Londres y que la única identificación que poseía era una chaqueta fluorescente naranja y un casco protector, suficiente para superar los sistemas de seguridad y aparentar ser un trabajador ferroviario.
El tren que se ha usado para corroborar la prueba transporta frascos radioactivos que contienen barras de combustible de uranio empobrecido y, asiduamente, cubre el trayecto que va desde Kent hasta Cumbria.
El reportero pudo colocar un dispositivo, que emulaba ser una bomba, sobre un depósito de carga de 12 toneladas en uno de los vagones del tren. A plena luz del día, el periodista se acercó al vehículo, una vez que se quedaron los vagones aparentemente desatendidos durante casi 10 minutos.
La explosión de una bomba sobre los residuos nucleares hubiera provocado una enorme nube tóxica que habría matado a cientos de personas, según asevera el mencionado periódico.
Una portavoz del Servicio Ferroviario subrayó que «el viaje entero está protegido por una seguridad muy rigurosa», aunque tras colarse el reportero en el tren, reconoció que «habiendo visto estas lagunas, hablaremos con nuestro servicio de seguridad para que realicen una investigación completa».
No es la primera vez que un periodista de algún diario sensacionalista británico se hace pasar por otra persona para evidenciar las carencias en los sistemas de seguridad, supuestamente incrementados tras los atentados del 7-J. Anteriormente, un periodista de «The Sun» logró infiltrarse en el palacio de Buckingham, residencia habitual de la Reina Isabel II, haciéndose pasar por mayordomo.