Bush: ni amnistía ni deportaciones masivas de inmigrantes

RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
El presidente George W. Bush defendió ayer en Miami la necesidad de reformar urgentemente la política migratoria del país, con el argumento de que una amnistía no resuelve ningún problema, pero una deportación masiva de inmigrantes ilegales tampoco es la solución.
»No hay mejor lugar en el país que Miami para entender la necesidad y la importancia de la inmigración y la contribución que los que llegan han aportado a la sociedad», dijo el mandatario en un discurso durante una visita al puesto de mando del Servicio Guardacostas en Miami-Beach.
Bush comenzó el día ayer con un desayuno en Versailles, el popular restaurante de la Calle Ocho, junto a su hermano y un grupo de empresarios de la ciudad.
»Mi hermano Jeb [el gobernador de la Florida] y yo acabamos de estar en el Versailles, lo cual me hizo recordar la importancia de la influencia que tuvieron en nuestra sociedad aquellos que escaparon de la opresión. Ayuda mucho que la gente escape de la represión y venga a esta tierra de libertad y viva en esa libertad», dijo Bush en su discurso en la base, ante unos 600 invitados.
»Damos la bienvenida a la influencia cubana en los Estados Unidos. Entendemos que las personas que escapan la opresión y la pobreza quieren una nueva vida. Así como entendemos a los haitianos que también vinieron aquí en busca de libertad. Entendemos que esta es una tierra de oportunidades, y para millones de seres, Miami es el primer paso en la realización de sus sueños», añadió.
Tras el desayuno, durante una entrevista radial en el Versailles, el mandatario dijo que cree »firmemente» que todo el mundo debe vivir en libertad, y que «es importante que el pueblo cubano viva en libertad».
En términos inmigratorios, la idea del Presidente es la concretización de su propuesta de crear un programa de trabajadores temporales, en el cual, de algún modo, no se recompense la ilegalidad pero tampoco se castigue implacablemente a quienes, si bien indocumentados, han trabajado honradamente en Estados Unidos.
»La amnistía no es la forma acertada. Pero tampoco lo es intentar sacar a los 10 o 11 millones de personas que han estado aquí ilegalmente. La deportación nunca va a funcionar, sino que debemos trabajar en una iniciativa intermedia que diga que se debe pagar una multa, que se debe aprender inglés, que usted debe probar que ha sido un ciudadano respetuoso de la ley, y entonces podrá colocarse en la fila para hacerse ciudadano, pero no al principio de la fila sino al final», enfatizó Bush.
Bush, quien estuvo en Miami menos de 24 horas, aprovechó el discurso para destacar la importancia del Puerto de Miami en la economía del país y la circulación de mercancías en el mercado mundial.
»Una de las razones por las cuales la economía en el sur de la Florida se está desarrollando tan bien es por la importancia de este puerto. Pero no es sólo este puerto que ayuda a la gente del sur de la Florida. ¿Se han dado cuenta de que en los últimos tres años el área metropolitana de Miami-Fort Lauderdale ha creado mas de 200,000 nuevos empleos? La tasa de desempleo en esta área bajó a 3.2 por ciento», manifestó el Presidente.
Uno de los objetivos de la visita fue, además, un recorrido por el Puerto de Miami a bordo de un escampavías de los Guardacostas, donde recibió una amplia explicación sobre las medidas de seguridad implantadas.
«Creo que está claro que el dinero que se ha gastado para reforzar la seguridad de los puertos se está empleando bien. En otras palabras, nuevas tecnologías, las nuevas formas de investigar la carga que llega aquí. Es obvio que hay mucho que hacer aún, pero uno de los proyectos más innovadores que hemos hecho, dicho sea de paso, es usar los puertos de embarque para inspeccionar la carga, para que sea inspeccionada antes de llegar aquí«, dijo el mandatario.
El gobierno federal ha dispuesto, tras los atentados terroristas del 11 de Septiembre, $700 millones para mejorar la seguridad en los puertos estadounidenses, y atribuyó $25 millones de esos fondos al Puerto de Miami.
No dejando pasar la ocasión, los demócratas disputaron y criticaron esa cifra. »Desde el 11 de Septiembre, la Casa Blanca ha dedicado unos $910 millones a la seguridad de nuestros puertos, cuando los Guardacostas sostienen que necesitamos una cifra 10 veces mayor, pero al mismo tiempo ha gastado 18 veces esa cifra en seguridad aérea. La realidad es que, si bien la seguridad aérea es importante, el 95 por ciento de nuestro comercio exterior se hace a través de los puertos», apuntó la representante demócrata de la Florida Debbie Wasserman Schultz.
El Presidente regresó a Washington, D.C., después de asistir a un almuerzo privado de recaudación de fondos para el partido republicano en casa de un amigo, el empresario Armando Codina.

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