Corte de Buenos Aires autorizó aborto de joven embarazada por violación

En un fallo polémico que seguramente continuará la polémica, la Suprema Corte de Justicia bonaerense autorizó esta noche el aborto a una joven discapacitada embarazada fruto de una violación. Fue en un fallo dividido, con seis jueces a favor y tres en contra.
De esta manera, el máximo tribunal bonaerense revocó un fallo de la Cámara de Apelaciones, que había negado el permiso para la intervención.
El viernes, los jueces de la Suprema Corte Bonaerense mantuvieron contacto directo con la joven, y luego comenzaron el debate para definir la posición del tribunal.
El trámite se realizó en los Tribunales de La Plata. La joven fue acompañada por su madre, una hermana y una psicóloga de la Asesoría pericial del máximo tribunal.
Los jueces, en tandas de dos y tres, mantuvieron contacto con la joven y luego se retiraron a sus respectivos despachos para redactar los votos en forma individual. Finalmente, se dio a conocer la decisión esta noche.
El jueves, en tanto, la procuradora general bonaerense, María del Carmen Falbo, se había expedido a favor de permitir el aborto de la joven, como paso previo a su tratamiento por el máximo tribunal.
Voces a favor y en contra
Esta mañana, distintas personalidades salieron a opinar sobre el caso y sobre el aborto. El titular de la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Jorge Casaretto, señaló hoy que «el aborto siempre está mal».
«Tenemos una posición clarísima, el aborto siempre está mal y esa es la posición nuestra. Nunca vamos a aceptar el aborto», dijo Casaretto en declaraciones a la prensa en la sede de la CEA, luego de una reunión con el ministro de Educación, Daniel Filmus, y líderes de otras religiones.
Justamente, la cuestión religiosa fue el blanco de las críticas de la ministra de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Carmen Argibay Molina. La jueza salió a criticar en duros términos a la magistrada bonaerense que falló en primera instancia.
Dijo que la jueza «equivocó el razonamiento» y agregó que «lo religioso no debe gravitar en una sentencia judicial».
«Evidentemente tuvo mucho que ver la religión en ese fallo judicial, porque la jueza dijo que sus convicciones religiosas no le permitían aprobar semejante operación», señaló Argibay en declaraciones a radio Del Plata.
Argibay sostuvo que «las convicciones o no convicciones de cada uno no importan, porque esa es una cuestión de la vida privada de cada uno, no de su función» y remarcó que «el juez debe ser absolutamente imparcial, no puede estar condicionado por nada».

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