FARC desata ola de violencia

JAVIER BAENA / AP
BOGOTA
ALEJANDRA VEGA / AFP / Getty Images
OFICIALES DE la policía colombiana inspeccionan el lugar donde la explosión de un carrobomba en Bogotá mató a una persona y dejó diez heridos, todos soldados.Nuevos atentados con bombas se registraron en Colombia ayer y el gobierno atribuyó la oleada de violencia a un intento de la guerrilla de crear zozobra por la inauguración el lunes del segundo mandato del presidente Alvaro Uribe.
»Ha sido normal que las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) hagan ruido al final y al comienzo de cada gobierno», dijo ayer el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, al comentar el lunes dos ataques, uno con explosivos atribuidos que dejaron un civil y 10 soldados heridos en Bogotá y otra emboscada en el nor-
oeste que dejó 15 militares muertos.
Uribe será jurará el cargo el lunes para iniciar su segundo mandato consecutivo, en una ceremonia en la que se espera la presencia una docena de gobernantes extranjeros.
Dos nuevos ataques con bombas que dejaron tres personas heridas se registraron en la madrugada del martes,
El primero ocurrió en Cali, a 300 kilómetros al suroeste de Bogotá, en donde fue derribada una torre de energía y el otro en la cercana población de Tulúa, en donde tres civiles resultaron heridos al estallar una bomba en una estación de policía desocupada, informó la Policía Nacional.
»Es posible que de aquí al 7 de agosto (día de la posesión de Uribe) haya nuevos atentados. Ellos (las FARC) tratan de desprestigiar la política de seguridad democrática que ha conseguido logros impresionantes», dijo Santos a radio Caracol.
El presidente Uribe visitó el lunes por la noche a los soldados heridos en el Hospital Militar y lamentó las víctimas dejadas por los ataques que atribuyó a la guerrilla.
»A estos terroristas hay que advertirles que estamos cansados de engaños. Por eso, en medio de la tristeza de este revés frente al terrorismo tenemos… que mejorar toda nuestra estrategia de seguridad, mantenernos en la iniciativa con toda la determinación para contrarrestar estos terroristas», expresó Uribe.
La ofensiva parece una estrategia de las FARC para fortalecer su posición política, deteriorada por el desprestigio dejado por sus frecuentes ataques a civiles y la menguada capacidad militar ante el despliegue de tropas militares.
»El propósito de las FARC en esta ocasión es intentar de manera violenta, demostrar que no han sido derrotadas, que conservan una capacidad de acción violenta significativa», afirmó a la AP el analista de asuntos militares Alfredo Rangel.
Indicó que «están intentado posicionarse de manera violenta ante la eventualidad de que se reinicien diálogos de paz durante la segunda administración de Uribe».
Tanto el gobierno como las FARC han enviado esperanzadores mensajes de su interés de entablar un diálogo que permita la liberación de unos 60 rehenes de las FARC, condicionada a que las autoridades dejen salir de las cárceles a cientos de guerrilleros.
A criterio de Rangel, »no creo que esto (los ataques lanzados) vaya a cambiar sus intenciones de explorar la reiniciación de diálogos de paz». Las FARC siempre rechazaron entablar cualquier negociación con Uribe.
Las FARC son la más poderosa guerrilla del país que desde hace 42 años lucha por hacerse del poder e instaurar un régimen izquierdista. Desde el inicio de su gestión hace cuatro años, Uribe lanzó la más ambiciosa ofensiva, apoyada por Estados Unidos, que los relegó mayormente a las remotas regiones selváticas del sur del país.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *