El dirigente del grupo radical Hezbolá, Hassan Nasrallah, advirtió que si Israel sigue penetrando en territorio libanés y bombardea el centro de la capital Beirut, atacará Tel Aviv, la capital comercial israelí.
Nasrallah señaló además que Líbano «jamás pertenecerá a Estados Unidos o a Israel, ni formará parte de ese nuevo Medio Oriente que trata de imponer (la secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza) Rice y (el presidente de EE.UU., George) Bush».
En su más largo discurso televisado desde que empezó la crisis, el máximo dirigente del Partido de Dios, dijo sin embargo que suspendería sus ataques con cohetes, que el jueves mataron a al menos 7 israelíes, si Israel dejaba de atacar áreas civiles en Líbano.
Sus palabras llegan mientras se adelanta una nueva ola de esfuerzos diplomáticos para poner fin al conflicto armado en el sur de Líbano.
Siria: ¿solución o problema?
Siria estaría dispuesta a utilizar su influencia en Líbano para contener a los milicianos de Hezbolá, informó el ministro de Relaciones Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos.
Damasco «va a ejercer toda su influencia sobre Hezbolá, pero tienen que cambiar las circunstancias y el contexto político y militar en Líbano», señaló Moratinos en rueda de prensa luego de entrevistarse con dirigentes sirios.
Siria quiere ser parte de la solución (del conflicto), no parte del problema.
Miguel Ángel Moratinos
Durante su visita, Moratinos se reunió con el presidente Bashar Assad, quien le dijo que su país «quiere ser parte de la solución (del conflicto), no parte del problema».
Israel y Estados Unidos han acusado a Siria en reiteradas ocasiones de apoyar e incluso armar a Hezbolá, algo que tanto Siria como Hezbolá niegan.
La gran pregunta es qué pedirá Siria a cambio de contener a este grupo paramilitar y político islámico.
Los analistas señalan que el gobierno de Damasco busca una solución global para lo temas «pendientes» en Medio Oriente.
Estos incluirían no sólo la situación en el sur de Líbano, sino también la cuestión palestina y las Alturas del Golán, la región que Siria perdió a manos de Israel en la Guerra de los Seis Días, en 1967.
Moratinos dijo que regresaba a España «mucho más esperanzado», porque Siria también había señalado «la necesidad de reforzar la unidad del gobierno libanés».