Empleados de Iberia protestaron en pista aeroportuaria

La Guardia Civil pidió a la torre de control del aeropuerto de El Prat, el pasado día 28, cuando empezaban los incidentes en el aeropuerto, que parara de inmediato los vuelos que iban a salir del aeródromo ante el riesgo de que pudiera producirse «un accidente grave con alguno de los aviones que iban por la pista de rodadura para despegar»
Esta petición derivó en el cierre total del tráfico aéreo sobre las 10.00. La solicitud se hizo después de que unos 400 trabajadores del servicio de tierra (handling) de Iberia invadieran las tres pistas del aeropuerto y dejaran «cruzados y sin llaves» vehículos de transporte y arrastre de Iberia. Frente a ellos sólo intervinieron 17 agentes. El informe del instituto armado sobre los incidentes de El Prat, al que ha tenido acceso EL PAÍS, detalla que los trabajadores hicieron caso omiso de los avisos de los agentes para que depusieran su actitud.
El instituto armado ha elaborado un relato sobre los incidentes ocurridos en la terminal desde las 6.30. A esa hora, los agentes vieron cómo los trabajadores «iniciaban una huelga de carácter pasivo, consistente en no recoger las maletas de las cintas transportadoras que provenían de los patios de facturación» ni «de las bodegas de los aviones que iban aterrizando». «Todo ello», explica, «derivaba en que el tráfico aéreo se iba colapsando: las cintas transportadoras de equipajes se paraban por exceso de maletas y no rodaban, los aviones salían sin maletas y en otros casos no salían. Todo ello afectaba de forma directa al resto de compañías aéreas».
Situación tensa
El paso de los minutos hizo que la situación se fuera haciendo «extremadamente tensa en cuanto al colapso operativo del aeropuerto». A las 9.00, los trabajadores hicieron una asamblea, al tiempo que otros empleados «empezaron a parar los coches que conducían y los abandonaban» y se dirigían «hacia la primera pista», logrando ocuparla «a pesar de las órdenes que se les daban [para] que depusieran su actitud». Luego cortaron también las pistas segunda y tercera.
Sin embargo, algunos trabajadores que participaron en la ocupación aseguraron ayer que nadie se dirigió a ellos para pedirles que las desalojaran. «Estuvimos horas allí y nadie vino a hablar con nosotros. Si la Guardia Civil hubiera intentado desalojarnos nos habríamos ido, pero nadie nos decía nada», manifestó Cristina Zaragoza, participante en la concentración. Zaragoza añadió que tuvieron total libertad para moverse en las instalaciones. Incluso se permitió al turno de tarde fichar y sumarse a la protesta, informa Glòria Ayuso.
Los agentes detallan en el atestado que, tras ocuparse la primera pista, «hubo que comunicar urgentemente a torre de control que parara los vuelos que iban a salir, ya que podría producirse un accidente grave con alguno de los aviones que iban por la pista de rodadura para despegar; ello fue lo que culminó que desde ese momento el aeropuerto de Barcelona quedara cortado completamente al tráfico aéreo de entrada y de salida, ocurriendo esto sobre las 10.00».
La bronca seguía ya que, una vez ocupadas las pistas, los trabajadores atravesaron «vehículos de la compañía Iberia, que los dejaban cruzados y sin llaves al objeto de que no se pudieran trasladar». Además, también se atravesaron en la vía de servicio y los patios de carrillos «contenedores vacíos volcados para entorpecer la libre circulación de vehículos».
En ese momento, tres manifestantes pidieron negociar con AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea), «a lo que asintió el director del aeropuerto». Cuando regresaron a explicar lo negociado, unos trabajadores depusieron su actitud y otros no. Como el plante «no llegaba a ningún punto de solución, se conminó a los manifestantes a que (…) abandonaran las pistas de aterrizaje, en evitación de tener que tomar otras medidas disuasorias más enérgicas». La Guardia Civil alega que los trabajadores les lanzaron «extintores de los vehículos de Iberia que habían utilizado en los cruces de pista».
«Tras varios avisos», 15 guardias de la Unidad de la Sección de Intervención Rápida (SIR) y dos de la sección de seguridad del aeropuerto cargaron sobre las 18.00 y detuvieron a ocho personas. Uno de ellos fue detenido tras desinflar las ruedas de un tractor rampa de Iberia a la que habían accedido varios pasajeros de un avión. «Antes de que la situación muy tensa provocada por él fuera a mayores, se procedió a su detención».
Según aseguró ayer en el Parlamento catalán la consejera de Interior, la socialista Montserrat Tura, la Delegación del Gobierno rechazó la ayuda de la policía autonómica, informa Miquel Noguer. Tura detalló que mantuvo una «larga conversación» con el delegado del Gobierno, Joan Rangel, para ofrecerle «toda la colaboración» de los Mossos, pese a que este cuerpo policial aún no está desplegado en el municipio de El Prat. Tura se defendió de las acusaciones de pasividad de los Mossos asegurando que es «impensable» que este cuerpo actuara si no lo pedían la policía o la Guardia Civil y reiteró que éstos cuerpos no aceptaron su ofrecimiento. El portavoz de CiU, Felip Puig, pidió la intervención del Ejército. Ello soliviantó a Tura: «¿El Ejército, para qué?». En defensa de la actuación de la Guardia Civil, el portavoz del PSC, Miquel Iceta, acusó a la oposición de pensar que «desalojar una pista de aterrizaje es como desalojar una carretera». «El problema», aseguró, «no era sólo desalojar la pista, sino lograr que los trabajadores del handling volvieran al trabajo».
Camiones con queroseno
El informe concluye que los vehículos atravesados, una vez despejadas las pistas, fueron retirados «por personal de AENA mediante grúas», y a las 21.00 «empezaron a salir de forma muy pausada los primeros vuelos». Fuentes de Interior y de la Guardia Civil subrayaron que aunque se hubiera desalojado a los trabajadores, los vehículos hubieran seguido atravesados. El Gobierno central ya informó tras los incidentes que se actuó con serenidad porque en la pista había aviones y camiones cargados de queroseno.
Todos los partidos catalanes menos el PSC pidieron ayer la comparecencia de Joan Rangel, en el Parlamento autonómico para conocer cuál fue su actuación y la de la Guardia Civil. Iceta rechazó esta petición al considerar que «no tiene sentido» hacer comparecer a Rangel cuando el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, van a comparecer en la comisión del Congreso el día 10. Hoy, la dirección de Iberia se reúne con el comité de empresa de tierra de Barcelona.
Fuente: www.elpais.es
03.08.06

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