Katiusha y Farj-5, los misiles de Hezbollah

Frank Gardner
BBC, Jerusalem
Los misiles Katiuska son fáciles de esconder.
El impacto de los más de 300 misiles de corto alcance lanzados por Hezbolá este semana se ha sentido más allá de los pueblos y campos de olivo del norte de Israel.
Luego de tres semanas de una intensa campaña aérea por parte de la aviación israelí en Líbano, apoyada por unos 10.000 soldados en tierra, Hezbolá sigue resistiendo con fuerza.
El miércoles, Hezbolá lanzó una cantidad récord de misiles (231) contra Israel. Esto demuestra que, a pesar del éxito que dice estar teniendo el ejército israelí, Hezbolá continúa siendo una amenaza para el norte de este país.
Mientras esta amenaza siga vigente, la campaña militar de Israel en Líbano -cuyo código de guerra es Miftza Shinui Kivun u Operación Cambio de Dirección- será vista como un fracaso.
Operación simple
¿Cuán potente es el arsenal de Hezbolá? ¿Y por qué -preguntan los ciudadanos israelíes- tardan tanto los militares en neutralizarlo?
Cuando comenzaron los enfrentamientos el 12 de julio, Hezbolá contaba con unos 13.000 misiles, que acumuló en los seis años desde el final de la controvertida ocupación israelí del sur de Líbano.
Cuando comenzaron los enfrentamientos el 12 de julio, Hezbolá contaba con unos 13.000 misiles, que acumuló en los seis años desde el final de la controvertida ocupación israelí del sur de Líbano.
El gobierno israelí sostiene que la mayoría de esos misiles ha sido destruido, pero eso puede ser más un deseo que una realidad.
La mayor parte del arsenal de Hezbolá está compuesto por misiles Katiuska, de diseño soviético, que tienen un alcance de 25 kilómetros.
Si bien ello limita su alcance a los poblados más al norte de Israel, los misiles están teniendo un impacto psicológico en los israelíes, ya que estos dicen que Hezbolá los carga con pedazos de metal para aumentar su poder de destrucción.
Los Katiuska son fáciles de operar, fáciles de esconder y de reponer.
Su escaso tamaño -miden menos de dos metros de largo- hace que se los pueda esconder en huertos o, según los israelíes, entre la población civil del sur de Líbano.
Pero su tamaño también hace que su poder destrucción sea mucho menor que el de un misil Scud o mismo de un misil aire a tierra.
Se estima que 19 israelíes han muerto desde el comienzo del conflicto, mientras que Líbano sostiene que el número de víctimas fatales supera las 900, muchas de las cuales perecieron en ataques aéreos israelíes.
El ataque de Hezbolá contra un barco de guerra sorprendió a los militares israelíes.
Se cree que Hezbolá también cuenta con un número menor de misiles Farj-5, que con un alcance de 75 kilómetros pueden llegar hasta Cisjordania pero no hasta Tel Aviv.
El único misil de Hezbolá capaz de llegar a la capital comercial de Israel es el Zelzal-2, de fabricación iraní, que tiene un alcance de 200 kilómetros y una ojiva de 400-600 kilos.
Este misil, que mide aproximadamente ocho metros de largo, es un arma estratégica, e Israel ha hecho todo lo posible por destruir sus posibles sitios de lanzamiento en Líbano.
Algunos analistas militares israelíes dicen que si, y cuando, Hezbolá decida utilizar esta arma, el hecho será visto como un último golpe antes de calmarse para la paz.
Conexión iraní
Hezbolá se enorgullece de ser un movimiento libanés, pero también tiene fuertes vínculos con Irán.
Instructores de la Guardia Revolucionaria de Irán han pasado largos períodos en Líbano, principalmente en el valle de la Bekaa, adiestrando a cadetes de Hezbolá en el uso de armas.
De la misma manera, combatientes de Hezbolá habrían pasado tiempo en Irán recibiendo entrenamiento militar.
Una de las armas más efectivas utilizadas por Hezbolá en este conflicto han sido los misiles contra barcos C-802, también de fabricación iraní. Esta es una variación del misil chino «silkworm».
Uno de estos misiles fue lanzado con éxito contra un barco de guerra israelí el mes pasado, lo cual produjo la muerte de cuatro marineros y causó graves daños a la nave.
Los militares israelíes se mostraron sorprendidos frente a este ataque y creen que miembros de la Guardia Revolucionaria de Iran estuvieron presentes en el lanzamiento del misil.
Una de las preocupaciones de Israel, que estará presente en cualquier acuerdo de cese el fuego auspiciado por la ONU, es que Irán reabastezca el arsenal de Hezbolá a través del borde sirio-libanés una vez que culminen los enfrentamientos.
Por eso Israel seguramente insistirá que se desplieguen monitores internacionales o de la ONU a lo largo de los 375 kilómetros de la frontera.

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