Enjuician al violador de Shenandoah

SUSANNAH A. NESMITH
The Miami Herald
Utiliza palabras infantiles, obviamente abochornada de describir detalles de un abuso perpetrado contra ella por adultos.
Le habló a un jurado de la corte de circuito de Miami-Dade de »la cosa de él», y de »las partes privadas frontales» de ella, y admitió que no conocía los términos clínicos de dichas partes corporales cuando fue objeto de violaciones sexuales y sodomía hace tres años, cuando ella tenía 11.
Pero dijo estar segura de que fue Rápalo quien se lo hizo. »Siempre recordaré su cara», manifestó después de haber señalado a Rápalo en la corte ayer. «Siempre lo tendré en la mente».
Rápalo está sometido a juicio por haber violado a la niña, que ahora tiene 14 años, en el 2003. También está acusado de haber violado a otras 6 mujeres, adultas y menores, en una ola de violaciones que duró un año y aterró a varios vecindarios del sur de Miami.
Los residentes de la zona le llamaban »el violador de Shenandoah». No es solamente que la víctima esté confiada de que Rápalo haya sido el agresor, sino que la policía encontró huellas digitales y de ADN en el lugar de los hechos, según muestran los documentos de la corte.
Además, Rápalo confesó haber cometido todas las violaciones, e incluso señaló las casas donde ocurrieron cuando la policía le indicó que lo hiciera. Se le someterá a juicio separadamente por cada violación, y podría recibir una sentencia de cadena perpetua por cada caso.
En su argumento de apertura, Wahid le dijo al jurado que la prueba de ADN se efectuó apresuradamente y que no hubo un proceso debido en el lugar del delito porque la policía, desesperada por atrapar a un delincuente brutal, quería que ése fuera Rápalo.
No se refirió a las confesiones de Rápalo, que están grabadas por los investigadores.
Al comparecer en el juicio, la niña le dijo en voz baja al jurado cómo abrió la puerta porque pensó que Rápalo era un primo suyo. Cuando éste la miró de frente, ella se percató de su error, pero ya era tarde.
Dijo que Rápalo la tomó por el cuello y la llevó adentro. Después le aplicó una llave y la arrastró consigo por la casa, mientras se cercioraba de que no había nadie más en el lugar. La metió en el cuarto dormitorio de su madre y allí la violó, y después la llevó al baño y a otro cuarto, aguantándola firmemente y cometiendo actos de violación sexual y sodomía con ella.
»Me dolió mucho», le dijo la menor al jurado.
Hubo un momento en el que su madre llamó a la casa. Ella le dijo a su atacante que si no salía al teléfono, su madre se iba a preocupar. El la asió firmemente y le dijo que no dijera nada que pudiera dar lugar a sospechas, y él escuchó la conversación. La madre le dijo que estaría de regreso a las 5:30 p.m.
»El dijo que entonces le quedaba tiempo para seguir jugando conmigo», afirmó la víctima.
Según continuaba el delito, la niña trató de lograr que el agresor cesara en sus acciones, y le dijo al jurado que ella miró hacia la cocina y vio que eran sólo las 4:30.
»Le dije que eran las 4:50 y que mi madre llegaría pronto», dijo la menor. «Y él me dijo que le haría lo mismo a ella».
Ella trató de decirle que un tío de ella también vendría, pero aparentemente al asaltante no le importó.
Al fin se fue.
La joven dice que cuando oyó que la puerta se cerraba detrás de él, ella corrió y la cerró en firme antes de llamar a su madre.
El sujeto asió a la niña por el cuello con tal fuerza que según muestran las fotos que vio el jurado, le provocó derrames en los ojos y contusiones en el cuello.

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