Unidades extremistas son de tres tipos

Unidades extremistas
DORMIDAS. La células dormidas son aquellas cuyos miembros viven en un país, que puede ser objetivo de un ataque terrorista, pero no promueven acción alguna hasta que son activadas. Según los expertos, existen muchas células terroristas dormidas regadas en el territorio estadounidense como forma de ayuda a Al Qaida, organización que lidera el saudí Osama bin Laden, y cuya existencia no fue detectada por la Agencia Federal de Investigación (FBI) sino hasta después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
PLANIFICACION. Las células de planificación están formadas por al menos 10 personas «procedentes de una nación islámica». Son responsables de financiar a los grupos terroristas, promover ataques y facilitar los elementos necesarios para llevarlos a cabo.
EJECUCION. Las células de ejecución son las que se accionan en la etapa final de un ataque. Están dirigidas por un comandante que pone en marcha el plan y actúa como enlace entre la célula local y la organización madre.Perfil
Amenaza mundial
La imagen del militante terrorista que sólo actúa bajo el mando de un líder no es concluyente. Analistas estiman que existen «franquicias» del terror que sólo viven de la inspiración de las grandes organizaciones anarquistas y las cuales permanecen «dormidas» hasta que reciben el impulso de actuar.
Es por ello que ni la captura del líder de la red terrorista Al Qaida, Osama bin Laden, acabaría con la amenaza de estas células terroristas orientadas por un exacerbado fanatismo religioso o filosófico, reseñó la página web Segured.
Los miembros de estos núcleos están dispuestos a colaborar, ser capacitados y actuar.
Es por ello que en la investigación «Terrorismo Global y Local», del autor Oscar Sánchez Fernández, se sostiene que más allá de la guerra contra el terror, que sólo sirve para expandir los grupos extremistas, resultaría favorable eliminar las causas del terrorismo.
Peter Chalk, politólogo y experto en terrorismo internacional de la Corporación Rand, sostiene que las células terroristas dormidas «no sólo están bien despiertas sino que ahora hay que agregar un nuevo elemento: la presencia de atacantes suicidas».
Es por ello que «habrá muchos más ataques», aseguró Jacob Shapiro, del Centro de Seguridad Internacional de la Universidad de Stanford.

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