Agence France Presse
CARACAS
Las autoridades venezolanas intentan desde ayer recapturar al líder sindical opositor Carlos Ortega, condenado a 16 años de prisión por rebelión civil en el 2002, y a tres militares disidentes del gobierno de Hugo Chávez, que el domingo se fugaron de una cárcel militar.
El ministro de la Defensa, general Raúl Isaías Baduel, dijo que »todo conduce a pensar que hubo complicidad interna» ya que «no hay violencia física en ningún sector (de la prisión de alta seguridad militar), no hay un túnel o dispositivo que habría ayudado en la fuga».
Pero en entrevistas ayer con radios y televisoras, familiares y abogados pusieron en duda que se trate de una evasión, negando que hayan recibido hasta ahora algún mensaje de Ortega, y subrayaron que mientras no obtengan información fidedigna de su paradero lo consideran como desaparecido.
El abogado de Ortega, Carlos Roa Roa, recordó que éste se encontraba detenido en una cárcel militar de alta seguridad, la de Ramo Verde, 30 km al este de Caracas, y resaltó que el Estado es responsable por su integridad.
A la vez, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) pidió a organismos internacionales y centrales sindicales apoyo para garantizar la vida de Ortega y de los tres militares disidentes.
»Hacemos responsable de la vida de Carlos Ortega al gobierno nacional, al Ministerio Público y demás entes gubernamentales encargados de la defensa del derecho a la vida», afirmó el secretario ejecutivo de la CTV, José Elías Torres.
Ortega, de 59 años –una de las cabezas visibles del paro petrolero contra el presidente Hugo Chávez entre el 2002 y el 2003 que según datos oficiales provocó pérdidas por $14,000 millones de dólares– fue condenado a 16 años de cárcel por rebelión civil, instigación a delinquir y uso de documento público falso.
Prófugo desde febrero del 2003, Costa Rica le concedió asilo. Pero en el 2004 se lo revocó por violar las condiciones de su estatus, por lo que regresó a Venezuela en agosto de ese año, cuando se celebró un referendo revocatorio que ganó Chávez.
El líder opositor fue detenido en marzo del 2005 cuando jugaba bingo, disfrazado, en un casino de Caracas.
Los dos militares fugados, el coronel Jesús Faría y el capitán Rafael Faría, se habían rebelado contra Chávez en el 2002. Pero recién fueron detenidos -y condenados a nueve años de cárcel- en el 2004 por planificar un alzamiento militar y el asesinato de Chávez, con el ingreso a Venezuela de más de un centenar de paramilitares colombianos.
El tercer militar, Darío Faría, hermano del coronel Faría, estaba acusado de portar un fusil tipo FAL escondido en el parachoques de su vehículo.
Luego de que se supo de la fuga, un grupo de reos amotinados destruyó expedientes y oficinas de la cárcel de Ramo Verde, al protestar por la suspensión de las visitas que se ordenó el domingo.