Javier Lizarzaburu
BBC Mundo
EE.UU. cree que Colombia se ha fortalecido lo suficiente como para recibier menor ayuda financiera.
Altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos le dijeron a BBC Mundo que en los próximos cinco años Washington disminuirá la ayuda financiera que se canaliza a Colombia a través del llamado Plan Colombia.
La embajadora Anne Patterson, secretaria de Estado adjunta para Asuntos de Narcotráfico Internacional, declaró que «el apoyo financiero de EE.UU. disminuirá» y que debido a su fortalecimiento económico y militar, el país andino «empezará a asumir más de la responsabilidad financiera».
Patterson estuvo en Londres con John Walters, el zar antidrogas del gobierno del presidente George W. Bush. Sus comentarios se producen días después de la inauguración del segundo gobierno del presidente Álvaro Uribe.
Walters, por su parte, le comentó a la BBC que el éxito de este Plan tanto dentro del país andino como en Estados Unidos permitirá una reducción de la participación de Washington.
Voces críticas de este programa de lucha contra las drogas señalaron que esta decisión es un reconocimiento implícito que esta guerra no se puede ganar tal como está planteada.
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Ayuda
El apoyo financiero de Estados Unidos disminuirá y Colombia (…) empezará a asumir más de la responsabilidad financiera
Anne Patterson
Patterson, quien fue embajadora ante Colombia durante el periodo 2000-2003, destacó los avances económicos en ese país y su fortalecimiento policial y militar como base para la reducción de la ayuda.
«Lo que veremos a lo largo del tiempo es que el apoyo financiero de Estados Unidos disminuirá y que Colombia, debido a que recoge más impuestos y tiene una mejor presencia (de seguridad) en el campo, empezará a asumir más de la responsabilidad financiera».
Consultada sobre el plazo previsto para que esto suceda, contestó que «definitivamente empezará en los próximos cinco años».
El programa, que originalmente buscaba la reducción de la oferta de cocaína procedente de Sudamérica y de la demanda en el país del norte, se lanzó en 2000 y Colombia ha recibido hasta ahora un apoyo financiero de cerca de US$5.000 millones.
Según Patterson, Colombia tiene «un enorme apoyo bipartidista en (el Congreso de) Estados Unidos, así que cualquier disminución será gradual», dijo.
Escepticismo
Esta salida viene de un sentimiento de que no se conseguirá el éxito que han prometido en la guerra contra las drogas
John Walsh, WOLA
Pero según John Walsh, encargado de Colombia en WOLA, la Oficina de Washington para América Latina -un centro de investigación crítico del gobierno Bush- este anuncio es mas bien una salida ante la creciente impaciencia que existe en el Congreso de EE.UU. por el alto costo del programa y lo que algunos congresistas consideran como una falta de resultados concretos.
Hablando con la BBC, Walsh señaló que en el Congreso «existe la sensación de que ya es hora de que Colombia siga con su propio programa y con menos ayuda directa de Estados Unidos».
«Esta salida viene de un sentimiento de que no se conseguirá el éxito que han prometido en la guerra contra las drogas», afirmó Walsh.
La embajadora Patterson sí admitió que «los estadounidenses están decepcionados porque quieren declarar una victoria y quieren ver un dramático descenso en la disponibilidad de las drogas en las calles, pero eso va a tomar bastante tiempo», aseveró la diplomática.
Plan Colombia
Walters afirma que el Plan ha sido un éxito en Colombia y EE.UU.
Para Walters no cabe duda que el programa es un éxito. En el caso de la nación sudamericana, Walters expresó que «no hay indicador más fuerte de que las políticas han sido enormemente exitosas, que el hecho que todos los grupos armados ahora están buscando la paz».
«Es obvio que (los narcotraficantes) están perdiendo y no debemos dejar que el deseo de ganar mañana nos impida apoyar estas medidas», dijo a la BBC.
Una muestra de este éxito en su país, explicó, es el hecho que en el último año se ha notado un impacto específico sobre el precio de los narcóticos.
«El último estudio que hicimos mostraba que la pureza (de la cocaína) había bajado y el precio había subido», afirmó Walters.
Y en general, añadió, ha habido una sustancial rebaja en la cantidad de adictos a la cocaína.
Contradicciones
El trabajo de Walters ha estado marcado por críticas y contradicciones.
Pero el trabajo de Walters desde que se hizo cargo de la oficina en 2001 ha estado marcado por contradicciones y un creciente cuestionamiento.
Durante este periodo, incluyendo datos oficiales e independientes, el área de cultivo de la hoja de coca se expandió de tres departamentos a casi todo el territorio colombiano.
No solo eso. En abril de este año, el mismo zar antidrogas reconoció que en el último año el cultivo había aumentado en cerca de un 30%.
«Para el gobierno Bush reconocer que seis años y US$4 mil millones después el cultivo de coca va en aumento, debe ser un golpe tremendo», publicó WOLA en un documento este año.
Más aún, la posición de varios expertos es que Colombia sigue siendo el origen del 90% de la cocaína que entra al país del norte; que el precio de la droga ha llegado a sus niveles más bajos y que el consumo se mantiene a niveles similares de los últimos años.
¿El final del tunel?
Por ahora nadie parece tener una idea de cuándo terminará la campaña. Según Walters no existe un plazo determinado, «como tampoco tenemos una fecha para terminar de educar».
Pero los críticos tanto en Colombia como en Estados Unidos sostienen que esta es una guerra que no se puede ganar mientras la opción principal sea la militar.
Distintas voces han venido reclamando que se redistribuya el dinero que se recibe, dirigiendo una mayor proporción hacia lo económico, haciendo una mayor inversión social y promoviendo cultivos alternativos.