J. Jaime HernándeZ
El Universal
Jueves 17 de agosto de 2006
LOS ÁNGELES.- El gobierno de Estados Unidos anunció ayer la detención del líder del cártel de Tijuana, Francisco Javier Arellano Félix, alias El Tigrillo, en una operación realizada por su guardia costera en aguas internacionales frente a las costas mexicanas de Baja California Sur, donde el capo de la droga disfrutaba a bordo de su yate Dock Holiday de unas plácidas vacaciones en compañía de algunos de sus lugartenientes.
Considerado como uno de los más importantes y sanguinarios capos de la droga, Javier Arellano Félix fue capturado tras una larga y sigilosa labor de seguimiento que consumió más de 14 meses e involucró a agentes de la DEA, de la PGR, del Ejército Mexicano y la Guardia Costera de Estadios Unidos.
Junto con Arellano fue también capturado Arturo Villarreal Heredia, alias El Nalgón, considerado por las autoridades federales mexicanas como el jefe de los sicarios de la organización criminal de los hermanos Arellano Félix.
«Esta operación ha sido producto de una extraordinaria cooperación entre las autoridades de México y Estados Unidos. Por eso, no quiero dejar de manifestar mi agradecimiento al procurador general de México, Daniel Cabeza de Vaca, por su liderazgo y su apoyo a lo largo de esta operación que ha permitido detener a uno de los más importantes traficantes de la droga a nivel mundial», aseguró desde Washington el vicefiscal general del Estado, Paul J. McNulty.
Acompañado por Michael Braun, el jefe de Operaciones de la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), el ayudante del fiscal general confirmó que desde el pasado lunes 14, los agentes de la DEA fueron informados de que Javier Arellano Félix se disponía a abordar su yate Dock Holiday para disfrutar de unas vacaciones a sólo 15 millas náuticas de las costas de Baja California Sur: «Fue en ese momento en que la DEA solicitó a la Guardia Costera de Estados Unidos interceptar la nave que se encontraba en aguas internacionales y que, en el momento de ser abordada, registró la presencia de 11 personas, ocho adultos y tres jóvenes, entre ellos, el líder del cártel de Tijuana, Javier Arellano Félix, quien se identificó con un alias en el momento de ser detenido», señaló.
Tras la detención y la posterior identificación del líder del cártel de Tijuana (en la tarde del martes 15), la Armada de Estados Unidos escoltó al grupo de detenidos hasta el Puerto de San Diego, donde fueron entregados ayer a las autoridades para responder a una larga lista de acusaciones que van desde la conspiración para el tráfico de drogas, el lavado de dinero, la extorsión, hasta el asesinato de más de 20 personas en México y EU.
«Las acusaciones, que se remontan al año 2003 en los tribunales del sur de California caracterizan al señor Javier Arellano Félix como el principal socio y enlace con el poderoso cártel de la droga de Colombia. Según se establece en la acusación, Arellano Félix era el responsable de garantizar la llegada de enormes cargamentos de cocaína provenientes de Colombia que llegaban hasta distintos puntos de Baja California para luego ser trasladados por tierra hacia Estados Unidos.
«Además, se le acusa de reclutar a gatilleros, asesinos y a miembros de peligrosas bandas lo mismo para porteger a los líderes del cártel que para comprar voluntades o eliminar a una larga lista de enemigos o cómplices entre militares, policías o periodistas», indicó McNulty.
En el momento de su detención, Javier Arellano Félix, cuya cabeza valía 5 millones de dólares en recompensa, estaba acompañado de dos de sus guardaespaldas. Según agentes de la DEA, se trata de Arturo Villarreal Heredia y Marco El Cotorro Fernández.
Arturo Villarreal Heredia, alias El Nalgón, es señalado por la autoridades mexicanas como el responsable del asesinato del periodista del semanario Zeta, de Tijuana, Francisco Ortiz Franco, quien fue ejecutado en esa ciudad fronteriza en junio de 2004.
Altas autoridades de la DEA consideran a Javier Arellano Félix como el responsable de la red de túneles que fueron descubiertos en enero pasado en la frontera de Tijuana y San Diego. A través de éstos túneles, el cártel de Tijuana habría sido capaz de introducir toneladas de cocaína, mariguana, heroína y metanfetaminas.
Con la detención de Javier Arellano Félix, alias El Tigrillo, el cártel de Tijuana ha sufrido uno de sus peores reveses. Considerada durante casi dos décadas como una de las organizaciones más violentas y criminales, el cártel de Tijuana vive hoy sin embargo uno de sus peores momentos. Tras la detención de Javier, a quien se consideraba el cerebro financiero, sólo queda en libertad Eduardo, quien deberá sortear el estrecho cerco del Ejército, la DEA y la PGR y escapar, al mismo tiempo, de la guerra que libra con el cártel de Joaquín El Chapo Guzmán, considerado la figura más poderosa del narcotráfico en México.
