Londres. Once personas fueron acusadas en Reino Unido en conexión con una conjura para hacer estallar al menos 10 aviones de pasajeros en pleno vuelo trasatlántico.
Peter Clarke, titular de la oficina antiterrorista de la policía de Londres, señaló que la fuerza había requisado equipos de fabricación de bombas y «videos de martirio», una referencia aparente a los testamentos de supuestos atacantes suicidas, durante búsquedas intensivas, indicó Reuters.
Ocho de los sospechosos fueron acusados de conspiración para cometer asesinato y tres de otros delitos, dijo la fiscal Susan Hemming.
Uno de los detenidos, de 17 años, está acusado de poseer artículos que servirían para preparar un acto de terrorismo y otras dos personas por no presentar información que podría ayudar a prevenir un acto de terrorismo.
Otras 11 personas, de los 23 británicos musulmanes arrestados en incursiones el 10 de agosto, aún están detenidas a la espera de una decisión sobre su posible acusación, agregó. La detenida número 23 durante las redadas es una mujer que ya fue liberada.
Por otra parte, se informó que un equipo británico llegó a Islamabad para verificar si dos organizaciones islámicas paquistaníes que recaudaron dinero para las víctimas del terremoto que sacudió Pakistán el año pasado financiaron el plan terrorista.
Las dos organizaciones humanitarias, Al Rashid Trust y Al Akhtar Trust, fueron prohibidas por el Departamento de Estado estadounidense en el año 2004 y sus cuentas fueron congeladas en Pakistán bajo el cargo de estar relacionadas con la red Al Qaida.
Además, fuentes de la investigación afirmaron que se detectaron muchas transacciones en cuentas de ambas entidades que no aparecen en sus respectivas contabilidades.
Revisión del caso
Una mujer que figura entre los detenidos en Londres emprendió acciones judiciales para solicitar una revisión del caso.
Los abogados que representan a la mujer, identificada únicamente como «J», argumentaron que su detención es injusta porque el juez que acordó la semana pasada la prórroga del plazo de detención no justificó tal ampliación, informó la BBC.
Su arresto fue prorrogado hasta mañana, cuando la policía británica deberá solicitar al Tribunal Superior una autorización si quiere mantenerla bajo custodia. El marido de «J» también está bajo custodia por ser sospechoso de participar en la supuesta conspiración.