Industria del automóvil gasta más en seguridad que en estética

Los sistemas destinados a salvar vidas forman ya la mayor parte de los equipamientos de serie.
Un coche bonito no salva vidas. Este pensamiento está muy presente en los fabricantes de coches y así lo refleja un estudio Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) por la consultora MSI, que asegura que la industria del automóvil invierte más dinero en equipar a sus vehículos a motor –turismos e industriales- con todos los adelantos para garantizar la seguridad de sus viajeros que en mejorar su aspecto con pequeños lujos. Esto incluye airbags, frenos ABS y, por supuesto, dirección asistida, junto a otros elementos como los obligatorios cinturones de seguridad. Sin embargo, los extras relacionados con la estética y el confort, tales como pintura metalizada, la regulación electrónica de los asientos o el cambio automático de marchas, quedan relegados como opciones que deben solicitarse en el concesionario correspondiente.
Según apunta este estudio. El equipamiento de seguridad forma parte de la estructura del vehículo, lo que hace difícil convertirlo en optativo. Los elementos ornamentales y de confort son cada vez más en número y variedad, por lo que se adaptan más fácilmente a las preferencias personales y al poder adquisitivo del conductor.
Entre los vehículos matriculados en 2005, la práctica totalidad (98-99 por ciento) habían sido equipados de serie con airbag, ABS y dirección asistida. Sin embargo, sólo el 4 por ciento salieron de fábrica con pintura metalizada, un 3,8 con faros de xenon, y un 0,4 por ciento con reglaje electrónico de los asientos para controlar la inclinación, el respaldo, la altura, o el ajuste lumbar. Por otra parte los elevalunas eléctricos habían sido instalados en el 99 por ciento de los vehículos para las ventanillas delanteras, y sólo en el 43,7 por ciento para las de los traseros.
Elementos más modernos como el control de crucero para los coches o el asistente para el aparcamiento se instalaron en 2005 para un 19,5 y un 3,8 por ciento de los vehículos respectivamente, mientras que un 3,9 por ciento dispusieron de cambio automático. No obstante, sólo un 8,7 por ciento decidió instalar una alarma antirrobo.
Las opciones en concesionario
El estudio que remiten los concesionarios también dice que esas opciones de confort y estética han quedado en manos de los concesionarios como medio de ejercer su poder de negociación, que se basa precisamente en las modificaciones que el cliente quiera hacerle al vehículo en función de las posibilidades que le ofrezcan.
Esto puede abarcar desde un cambio de pintura, a la inclusión de un reproductor de CD (tan solo el 2,7 por ciento de los matriculados en 2005 llevaban este equipo) o un mejor quipo de sonido, todo ello aditamentos que, en su mayoría, resultarían costosos.
Fuente:www.eleconomista.es
30/08/2006

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *