Perfil de Hassan Nasrrallah, líder de Hezbollah

Recordar esto sobre Hsssan Nasrrallah, el líder de Hezbolá: el Gobierno de los Estados Unidos le definió como un terrorista, pero esa era sólo una de sus caras.
Si sobrevive a la guerra empezada con Israel, seguirá siendo aquello en lo que se ha convertido durante las últimas semanas de combate: quizás la más carismática figura del mundo musulmán y, posiblemente, la más peligrosa.
La guerra de Nasrrallah ha logrado lo que un ejército árabe no había hecho antes: levantarse contra la fuerza militar de Israel. Algunos de los presidentes y reyes árabes, humillados, dijeron lo que pensaban sobre Nasrrallah cuando comenzó el combate. Ahora, en cambio, no se atreven; están preocupados porque su campaña militar, si termina, le deje más fuerte que antes.
¿Y si Nasrrallah es asesinado? Su mito de mártir podría convertirse en el modelo con el que otros dirigentes sean juzgados. Nasrrallah puede “estar enamorado de sí mismo” como la cabeza militar inteligente de Israel, Yossi Kuperwasser, dijo a Newsweek la pasada semana, pero el dirigente de Hezbolá ha jugado brillantemente su sentido de honor, tan importante para muchos árabes y musulmanes. Su mensaje, dice Kuperwasser, es “para recuperar el orgullo perdido…por la preparación del sacrificio, la preparación de sufrir”.
Aunque de Nasrrallah se dice que tiene un temperamento feroz, posee además un apreciable sentido del humor que usa para ganarse a la muchedumbre. En otra línea se sitúa su retórica anti-judía, siempre virulenta, y su negación del Holocausto. Tras años de ensalzar la lucha para liberar el Líbano, ahora está intentando eliminar “la entidad del sionismo”, así es como llama a Israel.
Habiendo pasado de la pobreza y la humillación a convertirse en un reconocido líder armado y respetado por todo el mundo árabe, Nasrrallah no es probable que desarme sus fuerzas, a pesar de lo que diga Naciones Unidas. Hezbolá, que promovió la plaga de bombardeos suicidas en Oriente Medio durante la década de los 80, no ha sentado ahora el criterio del combate entre guerrillas. Un hijo de las barriadas que determinó la historia. Y todavía lo hace.
Fuente: La Gaceta
18.06.06

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