Guerra contra el terror aisló a EE.UU.

DAVID MILLIKIN / AFP
WASHINGTON
Al día siguiente de los atentados del 11 de setiembre del 2001, el mundo respaldó a Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo, pero cinco años después esta unidad se rompió y la política exterior estadounidense tiene serias dificultades.
»Cinco años después de los atentados del 11 de setiembre, la diplomacia estadounidense no logró aislar a los terroristas, sino a Estados Unidos», aseguró James Dobbins, un responsable de la Casa Blanca y del Departamento de Estado, con experiencia en temas del Medio Oriente.
La urgencia de un gobierno democrático en Afganistán después de la derrota de los talibanes fue presentada como la primera victoria de una gran coalición que, según Washington, también debía lograrse en Irak, en Irán y con el conflicto israelo-palestino.
Por el momento, y no obstante la presencia de un número significativo de tropas de la OTAN y de Estados Unidos en Afganistán, el gobierno de Hamid Karzai no logra poner fin a los continuos ataques de rebeldes talibanes, y el jefe de Al Qaida, Osama bin Laden, sigue prófugo.
Irak está, según algunas opiniones, al borde de una guerra civil, con los atentados cotidianos y la violencia confesional que causa muertes todos los días, a tres años de la caída de Saddam Hussein.
Irán, reforzado por el poder creciente de sus aliados chiitas en la región, se embarcó en una discusión con las potencias occidentales por su programa de desarrollo nuclear.
En este contexto diplomático bastante sombrío, el gobierno de George W. Bush se encuentra cada vez más aislado. Su comportamiento unilateral le costó el apoyo de algunos de sus aliados y limitó su capacidad de influencia.
»La coalición mundial nacida el 9-11 está derrumbándose y necesita ser consolidada urgentemente», aseguró Julianne Smith, del Centro de Estudios estratégicos e Internacionales (CSIS), en Washington.
Smith y otros expertos estiman que la decisión del gobierno estadounidense de ver su política exterior esencialmente a través del prisma de la guerra contra el terrorismo ha llevado a una serie de acciones precipitadas y agresivas.
»Con la guerra contra el terrorismo, la guerra en Irak y la invasión de Afganistán, el Presidente y su gobierno se propusieron reformar todo Medio Oriente», señala Jon Wolfstahl, experto en el tema de Irán y la no proliferación nuclear de la CSIS.
»Esto abrió una caja de Pandora y ahora vemos las consecuencias … el precio del petróleo en alza, la inestabilidad e Irán que se aferra a su programa nuclear más que nunca», subrayó.
Zbigniew Brzezinski, asesor de seguridad nacional del ex presidente Jimmy Carter entre 1977 y 1981, cree que los partidarios de una línea dura en el gobierno de Bush «se beneficiaron del impacto emocional del 11 de setiembre para embarcar al país en una política aventurera, partidaria y destructiva.

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