El vicepresidente de Colombia, Francisco Santos, advirtió a los jefes paramilitares que no se han entregado a la justicia que serán «capturados, extraditados o dados de baja».
El ultimátum se produce a dos semanas de que el gobierno del presidente Álvaro Uribe ordenara la concentración de líderes paramilitares en la prisión de La Ceja, en el departamento de Antioquia, o se entregaran en estaciones de policía como parte del proceso de desmovilización de esos grupos armados.
Entre los más solicitados está Vicente Castaño, hermano del ex cabecilla de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), cuyos restos fueron localizados la semana pasada luego de que uno de los líderes de ese grupo confesara su asesinato.
«Se le está acabando la paciencia»
Jesús Ignacio Roldán, alias «Monoleche», había afirmado tras entregarse a las autoridades la semana pasada que fue quien lo asesinó por órdenes de Vicente Castaño.
Este martes el vicepresidente afirmó que al gobierno «se le está acabando la paciencia».
Santos afirmó que los cabecillas de las AUC no pueden desconocer «la generosidad del gobierno de una manera tan flagrante. De parte de aquellos que no han dado un paso de entregarse, esa reciprocidad que tiene que haber en un proceso de paz no se ha visto», dijo en declaraciones dadas a Radio Cadena Nacional de Colombia.
El vicepresidente también aseveró que «el gobierno ha pagado un costo político inmenso y comienza a agotársele la paciencia». También le dijo a Vicente Castaño que «deje de mamarle gallo (tomarle el pelo) a la ley».
Según las autoridades policiales todavía falta que se entreguen unos 11 jefes paramilitares como parte del acuerdo que los obliga a someterse a la justicia y confesar sus delitos para beneficiarse con una ley que les concede penas máximas de hasta ocho años por los crímenes de lesa humanidad que se les atribuyen.