Niños de la guerra han sido obligados a matar, torturar y mutilar, revela informe de la Defensoría
EL TIEMPO
La edad de reclutamiento pasó de 13,8 a 12,8 entre el 2001 y el 2005. El promedio de permanencia en los grupos es de más de dos años.La entidad entrevistó a 329 menores ex combatientes que hoy están bajo protección del Icbf, entre agosto y septiembre del 2005, para hacer el más reciente diagnóstico de los jóvenes en el conflicto.
De este número, 80 niños reconocieron haber sido obligados a cometer alguno de estos actos: el 39 por ciento, a matar; el 19 por ciento, a mutilar, y el 16 por ciento, a torturar.
El informe revela que el 3 por ciento de los varones dijeron haber sido obligados a violar y el 9 por ciento de ellos fue víctima de abuso sexual.
En el caso de las niñas, un 55 por ciento fue violada en el grupo armado y un número significativo dijo haber perdido alguno de sus hijos.
Más preocupante aun es que entre el 2001 y el 2005, la edad de vinculación a la guerra disminuyó: pasó de los 13,8 años a los 12,8 años y, en promedio, permanecen más de dos años en la guerra.
¿Por qué se van? Aunque el 87 por ciento dice que es de manera voluntaria, el equipo de investigadores descubrió que no es así.
Tan solo el 44 por ciento vivía con sus dos padres antes de ir al grupo, mientras que el 25,5 por ciento de los menores de 15 años estaba en abandono. El estudio revela, también, que en algunos casos los niños decidieron tomar un fusil por venganza, pues a un importante porcentaje les asesinaron a uno de sus padres o familiares.
A esto se suma que la mitad presenció tomas a pueblos, secuestros, masacres, amenazas y fueron víctimas de desplazamiento forzado. Incluso, el 15 por ciento manifestó que había sido reclutado tras recibir amenazas.
El informe confirmó que el 67 por ciento había sido víctima de violencia física en su casa y el 10 por ciento de las niñas manifestó haber sido violada por un familiar a temprana edad.
Se detectó, a su vez, un nuevo matiz de la vinculación: el 60 por ciento de los niños tenía a un familiar en algún grupo armado, por lo que se puede concluir que esta persona fue puente para su ingreso.
Se determinó, además, que cuando ingresan al grupo, tanto los varones como las niñas hacen todas las actividades de los adultos: participan en combates, emboscadas, cuidan secuestrados, fabrican explosivos, cocinan y lavan la ropa de otros.
Para salir de estos grupos siempre ponen en riesgo sus vidas. El 45 por ciento se escapó y el 35 por ciento fue capturado. La Defensoría ve con preocupación que, al momento de la desvinculación, la mayoría del grupo encuestado permaneció más de las 36 horas reglamentarias en batallones o estaciones de Policía, incluso hubo un niño que dijo haber pasado 62 días en la cárcel.
Además, el 60 por ciento de los niños en el Icbf no había recibido información sobre su proceso judicial y el 56 por ciento manifestó no tener conocimiento sobre la asignación de un juez para el trámite del mismo.
La entidad llama la atención sobre el hecho de que en las desmovilizaciones colectivas de las autodefensas del 2006, no fueron entregados de manera oficial y pública los menores de edad reclutados por parte de estos grupos, por lo que los niños y niñas pierden los beneficios jurídicos que sí tienen los reclutadores ni acceden a los programas del Icbf.
ANDRÉS GARIBELLO
REDACTOR DE EL TIEMPO
Naciones unidas señala a Colombia por menores combatientes
En un informe del Secretario General de las Naciones Unidas, presentado en octubre pasado, Colombia es señalado como uno de los países que más preocupa a la comunidad internacional por niños en grupos armados.
El país comparte comentarios junto con Sudán, Somalia, Myanmar y la República Democrática del Congo, entre otros.
En el capítulo sobre Colombia, dice que las Farc siguen utilizando y reclutando niños.
Sobre el Eln, sostiene que «no hay información reciente» de que este grupo esté captando menores, aunque entre noviembre del 2005 y septiembre del 2006 se desvincularon de ese grupo 56. Así mismo, el informe señala que «siguen reclutando a niños otros grupos armados ilegales de derecha como las Autodefensas Campesinas del Casanare y el Frente Cacique Pipinta, los cuales no están integrados en el proceso de desmovilización con el Gobierno».
43,4 %
de los menores desvinculados dijeron haber sentido miedo después de dejar las armas. De estos, el 71 por ciento siente temor por represalias de los mismos miembros del grupo al que perteneció y el 12,3 por ciento, por posibles acciones del grupo contrario.
60 %
de los niños encuestados en el estudio dijeron que tenían un familiar en los grupos armados antes de ingresar a ellos. Este hallazgo da nuevas luces sobre su vinculación a las filas de esas organizaciones. El fenómeno es más visible en las Farc, donde la cifra llegó al 57 por ciento.
Abortos y anticoncepción obligada
El 97 por ciento de los menores de edad encuestados dijeron que ya habían tenido relaciones sexuales, de los cuales casi la totalidad las mantuvo antes de los 15 años. Aun más preocupante es que la mitad de las mujeres y el 72 por ciento de los varones tuvieron su primera experiencia entre los 5 y los 13 años. Es decir, que un gran porcentaje de estos niños, según el Código Penal, fueron víctimas de delitos sexuales.
Cuando están en el grupo armado, hay más violaciones contra su derecho sexual y reproductivo. Un 22 por ciento de los menores de edad fueron obligados a usar un método anticonceptivo en contra de su voluntad. Así mismo, 38 mujeres dijeron haber estado embarazadas alguna vez, de estas casi el ciento por ciento lo fueron por primera vez entre los 11 y los 19 años.
La gran mayoría de los casos se presentó durante su pertenencia al grupo armado. Por su parte, 55 varones afirmaron que su pareja estuvo alguna vez en embarazo.
De los 93 casos, 29 sufrieron un aborto, inducido o no. La totalidad de mujeres dijeron que perdieron a su hijo estando en el grupo armado.
Los embarazos adolescentes son peligrosos, debido a que el riesgo de muerte de la madre se incrementa cada vez que disminuye la edad, según la OMS.
Desproporción en el tema jurídico
La Defensoría del Pueblo advierte que, al no entregar los niños públicamente en los actos de desmovilización, los grupos de autodefensa han «invisibilizado» el fenómeno.
La entidad advierte que los niños fueron dejados a su libre albedrío o entregados a sus familiares días antes de las desmovilizaciones, sin que pasen por los programas del Bienestar Familiar.
El mismo Icbf ha dicho que solo se han reportado 212 niños desde que comenzaron los acuerdos con el Gobierno, cuando se calculaba que eran muchos más.
Esto, también, tiene otras implicaciones: «Mientras el sujeto activo responsable del delito de reclutamiento ilícito no pierde sus beneficios, los menores de edad son considerados y tratados como infractores de la ley penal y sometidos al procedimiento judicial e incluso pueden perder los beneficios contemplados para ellos en la Ley 782 del 2002».
La Defensoría agrega: «El informe encuentra desproporcionado el tratamiento judicial brindado a los niños desvinculados de los grupos armados ilegales, frente a lo ofrecido a los adultos desmovilizados que los han reclutado ilícitamente».
De otro lado, un reciente estudio de la Fundación Restrepo Barco advirtió que, en los últimos años, no ha habido ninguna condena por reclutamiento ilícito.
Quieren la escuela
Otro hallazgo importante de la investigación es que, contrario a lo que se pensaba, a los niños que se fueron a la guerra sí les gustaba asistir a la escuela.
La conclusión es que los grupos armados son los que hacen que el estudiante deserte del colegio.
Algo preocupante es que los pequeños desvinculados del conflicto tienen, en promedio, cuatro grados de escolaridad.
En la deserción, también, ha influido el trabajo infantil. El 90 por ciento de los menores desarrollaba un trabajo antes de su vinculación.
Algunas recomendaciones a las entidades del Estasoo
Ministerio de Defensa: exhortar a los miembros de las Fuerzas Armadas para que se abstengan de realizar cualquier tipo de actividad de inteligencia militar con niños, en especial cuando se desvinculan.
Bienestar Familiar: que les exijan a los defensores de familia, adscritos a juzgados de menores, que en todos los procesos judiciales contra niños verifiquen que tengan el certificado de dejación de armas (Coda) para que tengan los beneficios que este proporciona.
Ministerio de Educación: que implemente para estos niños desvinculados programas de aceleración de la educación, así como de extraedad.
Ministerio de la Protección Social: que grantice la atención básica en salud, especialmente en el tema de salud sexual y reproductiva.