Las FARC fueron infiltradas con teléfono satelital

Farc fueron infiltradas con un teléfono satelital interceptado y un carro con cámaras escondidas
‘Sonia’ fue extraditada en marzo del 2005. Así lo narró Rocío Álvarez, una informante de la DEA que el miércoles se presentó como testigo en la corte de E.U. donde se realiza el juicio a la guerrillera Anayibe Rojas Valderrama, ‘Sonia’.
Álvarez, considerada una pieza clave de la Fiscalía estadounidense en el proceso, fue presentada por un agente de la agencia estadounidense como una comerciante de joyas y perfumes del Caquetá, que supo ganarse la confianza de las Farc a punta de venderles su mercancía.
La mujer buscó acercamientos con la DEA en el 2003, bajo el argumento de que poseía varios contactos con el frente 14 de las Farc, liderado por ‘Fabián Ramírez’ y en el que ‘Sonia’ se desempeñaba como jefe de finanzas.
La agencia se dedicó a verificar esa información y luego inició con ella una operación que duró más de un año. Para fortalecer su capacidad de infiltración en la guerrilla, E.U. le suministró varios equipos.
Uno de ellos fue un carro que costó 10.000 dólares y que contaba con cámaras de video, camufladas en la carrocería, para grabar las reuniones con sus contactos.
Este automóvil fue esencial para sus encuentros con Juan Diego Giraldo y José Antonio Celis, los enlaces de los ‘narcos’ que intentaban comprar coca a las Farc y que hoy están siendo procesados en el mismo caso.
Pero el dispositivo más importante para capturar a ‘Sonia’ fue un teléfono satelital que E.U. le entregó a la informante con la misión de lograr que la guerrillera lo usara. Álvarez, que durante las semanas anteriores había convencido a los subversivos de que podía conectarlos con narcotraficantes ‘confiables’, logró finalmente que ‘Sonia’ le recibiera el aparato regalado.
La excusa era que sin él no podrían mantener una comunicación segura y fluida. Luego, la DEA comenzó la interceptación de las llamadas, varias de las cuales hacen parte de las pruebas contra la guerrillera. Según la agencia estadounidense, la operación requirió varias autorizaciones de ambos gobiernos, debido a que las conversaciones eran interceptadas desde E.U.
La cita final
Cuando todo estaba listo para la cita de ‘Sonia’ con los dos enlaces de los ‘narcos’, Álvarez fijó como sitio de encuentro una casa de Peñas Coloradas, en Cartagena del Chairá (Caquetá).
La noche anterior, E.U. le entregó las coordenadas del sitio al gobierno colombiano, que diseñó el plan de captura. Así, el 9 de febrero del 2004, ‘Sonia’ fue detenida por el Ejército. A los pocos meses Álvarez y 14 miembros de su familia fueron enviados a E.U. y están bajo la protección del gobierno.
La credibilidad de la testigo, no obstante, podría ser blanco fácil para la defensa cuando esta tome la palabra. Durante su testimonio de ayer en la Corte, Álvarez describió sus extensos vínculos con el mundo del hampa a lo largo de buena parte de su vida.
Reconoció, por ejemplo, que durante una época mantuvo un laboratorio para el procesamiento de cocaína en la cocina de su casa y tuvo nexos con narcotraficantes, guerrilleros de las Farc y otros criminales. Narró que por momentos se ganaba la vida comprando y vendiendo dólares o esmeraldas. En alguna instancia hasta se vio envuelta en un secuestro por el que fue arrestada y retenida en la cárcel por seis meses.
En fragmentos de su testimonio incurrió en contradicciones o historias difíciles de creer. Dijo que en una ocasión el negocio de la droga se había paralizado pues estaban fumigando en el área (Cartagena del Chaira). Pero citó los años del 2000 al 2002, durante los cuales regía el despeje en esa zona y por lo tanto no se realizaban aspersiones aéreas.
También mencionó un incidente en el que resultó herida luego de que un sicario que la vigilaba dejó escapar un tiro de su revolver. El disparo, afirmó, golpeó otra arma que estalló y cuyas esquirlas terminaron en su pierna y mano.
Su testimonio continúa este jueves y se espera que se extienda hasta la semana entrante.
Otros datos revelados ayer en la Corte
La testigo recibió de la DEA alrededor de 200.000 dólares durante los dos primeros años de su vinculación a este organismo como informante.
Los 14 miembros de su familia que fueron llevados a E.U. en marzo del 2004 recibieron el año pasado 14.000 dólares a manera de ayuda mensual.
La vivienda les fue suministrada por las autoridades.
El objetivo original de la operación era ‘Fabián Ramírez’, jefe del frente 14, pues la testigo dijo que había tenido contacto con él, pero con el paso del tiempo la DEA determinó que la que se encargaba de la red del tráfico de coca era ‘Sonia’ y la escogió como su blanco.
SERGIO GÓMEZ
Corresponsal de EL TIEMPO
WASHINGTON

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