Dick Cheney sale ileso de atentado

Vicepresidente de EE.UU. sale ileso tras atentado
El vicepresidente de los Estados Unidos, Dick Cheney, salvó de morir tras un atentado suicida perpetrado a pocos metros de la principal base militar norteamericana en Afganistán. El ataque dejó al menos a diez personas muertas, entre ellas un soldado estadounidense y otro surcoreano que integraban la coalición de fuerzas militares liderada por Estados Unidos.
Kabul (Reuters).- Un suicida mató al menos a 10 personas afuera de la principal base militar de Estados Unidos en Afganistán, en un ataque destinado al vicepresidente Dick Cheney, que salió ileso.
Un soldado estadounidense y otro surcoreano que integraban la coalición liderada por Estados Unidos murieron, al igual que un agente de seguridad de nacionalidad desconocida contratado por el gobierno estadounidense, dijeron autoridades.
LA OTAN informó que murieron cuatro personas, incluido el suicida, y que hubo 27 heridos. La policía local dijo que hubo 10 fallecidos.
Los talibanes se adjudicaron la responsabilidad del ataque y dijeron que sabían que el vicepresidente de Estados Unidos estaba de visita en la base aérea Bagram, situada a unos 60 kilómetros de Kabul.
«Nuestro objetivo era Cheney», dijo a Reuters el mullah Hayat Khan, un portavoz talibán, por teléfono desde un lugar no revelado.
Poco después de la explosión, Cheney continuó con sus reuniones con el presidente afgano, Hamid Karzai, en la capital.
Karzai y Cheney se reunieron solos durante 45-50 minutos en el palacio presidencial antes de ampliar el encuentro a consejeros y personal.
La visita de Cheney se produce después de que Washington advirtiera de que Al Qaeda y sus aliados talibanes estaban reagrupándose en suelo afgano y pakistaní.
Estados Unidos tiene unos 27.000 soldados en Afganistán, donde dice que la derrota de los talibanes es vital para su propia seguridad.
Impulsados por el dinero proveniente de cosechas récord de opio y refugios seguros en Pakistán, los talibanes prometieron una gran ofensiva de primavera, incluyendo un aumento dramático en los ataques suicidas, poco comunes hasta el 2005, cuando aumentaron de 21 a 139 el año pasado.
Ante el esperado levantamiento, Gran Bretaña dijo el lunes que enviará otros 1.400 soldados a Afganistán debido a que la mayor parte de sus aliados de la OTAN han rechazado los pedidos de más refuerzos.
En Pakistán, Cheney presionó al presidente Pervez Musharraf para hacer más sobre los talibanes y otros militantes que utilizan su territorio en búsqueda de refugio y entrenamiento.
El gobierno afgano, sus aliados extranjeros y los insurgentes advierten de una fuerte ofensiva de primavera, cuando se prevé que la nieve se derrita en las próximas semanas. Unas 4.000 personas murieron el año pasado, en el período más sangriento desde que los talibanes fueron derrocados en el 2001.

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