Ante la mirada preocupante de varios periodistas, el ministro de Interior alemán Wolfgang Schauble aseguraba recientemente en una conferencia de prensa, llevada a cabo en Berlín, que el principal peligro para la seguridad interna de ese país era el terrorismo islamista. Durante la presentación del informe correspondiente a los servicios de información alemanes, Schauble advirtió que Alemania debía prepararse para “actividades terroristas de nuevo cuño”.
Sin embargo, las acciones terroristas no necesariamente se planifican desde tierra. Internet es un arma valiosa y un eficaz medio de comunicación a través del cual estos grupos planean sus acciones. Desde el mes de enero, funciona en Alemania el denominado Centro de Internet Común, el cual reúne alrededor de cincuenta colaboradores de la Oficina Alemana de Investigación Criminal (BKA – por sus siglas en alemán) y servicios de información, los cuales se encargan de localizar a terroristas en la red.
Lo cierto es que, como nunca antes, el país se mantiene en alerta y los máximos representantes de la seguridad de ese país no descartan un posible ataque terrorista. El presidente de la BKA, Jörg Ziercke, consideró hace poco que la amenaza de una acción de este tipo se prologará por un largo tiempo, mientras que el presidente del sindicato de la policía (GDP), Honrad Freiberg, no descartó la “posibilidad de un ataque».
Sin embargo, no es para menos que el país se mantenga a la espera de un acto terrorista. Aún están presentes las cenizas de alerta que dejó el intento fallido de los atentados explosivos, el pasado 31 de julio en las estaciones ferroviarias de Coblenza y Dortmund, donde una falla técnica fue la que impidió que se produjera un hecho lamentable.
No sólo los que lo rodean sino también el mismo presidente alemán, Horst Köhler, le ha puesto mano dura a este asunto y ha tomado acciones para luchar contra este fenómeno. El pasado 8 de mayo le negó el indulto a dos de los últimos tres presos de la Fracción del Ejército Rojo (RAF), Christian Klar y Birgit Hogefeld, treinta años después de que ocurrieran los peores atentados de esa banda terrorista. Hasta hoy en día, la información que se tiene de esos hechos es confusa y sigue sin aclararse la autoría material.
Los familiares de las víctimas se mantuvieron al vilo de esta decisión, después de que en marzo pasado saliera de la cárcel la que fuera cabecilla de este grupo, Brigitte Mohnhaupt, de 57 años, quien pasó 25 años de su vida en la cárcel.
Y es que, ante la espera de esta decisión, hasta la reelección del propio Köhler se vio amenazada por la conservadora del partido Unión Socialdemócrata de Baviera (CSU), Angela Merkel, quien amenazó con “boicotear” la campaña del mandatario si éste decidía indultar a Klar. Días antes, Köhler había visitado personalmente a este “peligroso” cabecilla en la cárcel donde cumple su condena.
“No soy quien para dar consejos al Presidente federal, pero con una audiencia privada se han concedido demasiados honores al señor Klar”, dijo la parlamentaria en declaraciones difundidas por varias agencias de Berlín. A pesar de la tensión generada en ese país por estos dos hechos, la población alemana mantiene una postura de prevención ante cualquier situación inesperada. El terrorismo no avisa, sin embargo, si se desarrolla un eficaz plan de inteligencia ante posibles amenazas que pudiesen presentarse, es posible evitar un hecho lamentable.