Escudo antimisiles genera protestas

Se producen manifestaciones de protesta por escudo antimisiles de EEUU
Praga.- Los opositores al despliegue de un escudo de defensa antimisiles estadounidense realizarán este lunes manifestaciones de protesta en Praga con motivo de la visita del presidente George W. Bush, quien hará una breve escala antes de la cumbre del G8 en Alemania, reseñó AFP.
Las dos principales manifestaciones están previstas en la tarde cerca del castillo de Praga, donde se encuentra la sede de la presidencia checa: la primera es organizada por el movimiento «No a las bases», y la segunda por la Unión de Juventudes Comunistas (KSM).
Se prevén otras pequeñas manifestaciones en varios puntos de la capital, como una reunión de payasos destinada «a saludar al rey de los payasos».
Cerca de 1.500 policías serán desplegados para la visita del presidente Bush, quien debe llegar a Praga a comienzos de la noche y partirá el martes en la tarde para Heiligendamm, estación balnearia alemana donde comenzará, el miércoles en la mañana, la cumbre del G8.
El sábado en Rostock, Alemania, una gran manifestación de protesta anti G8 terminó en disturbios que causaron centenares de heridos entre la policía y los manifestantes.
«No esperamos que se produzcan incidentes similares aquí», declaró a la AFP la portavoz de la policía Iva Knolova.
Aun cuando los opositores dicen esperar varios miles de personas, este tipo de manifestaciones no ha suscitado hasta el presente movilizaciones espectaculares, ya que los checos son poco dados a ello.
Al mismo tiempo, los sondeos demuestran que dos terceras partes de los checos rechazan el proyecto de un radar previsto en el terreno militar de Brdy, a unos 60 km de Praga, que trabajará de manera coordinada con un sitio de lanzamiento de diez misiles interceptores en Polonia.
El pasado sábado, tres pueblos cercanos al terreno militar rechazaron en bloque el proyecto de radar.
El gobierno checo, que reposa sobre una mayoría parlamentaria bastante frágil, se negó a organizar un referéndum nacional sobre la cuestión. No obstante la autorización del parlamento sigue siendo incierta, mientras que numerosos diputados desean que el proyecto estadounidense sea integrado en el sistema de defensa de la OTAN.
Este caso, políticamente sensible, será el tema central de las entrevistas programadas el martes en la mañana entre el presidente Bush y su homólogo checo Vaclav Klaus, así como con el primer ministro de derecha, Mirek Topolanek.
Antes de dejar Praga, Georges W. Bush debe también intervenir ante una conferencia de opositores políticos, entre ellos el ruso Garry Kasparov, el bielorruso Alexandre Milinkevich, el cubano Rafael Rubio o el norcoreano Cheol Hwan Kang. Su programa oficial prevé entrevistas con algunos de esos «abogados de la democracia», sin precisar cuáles.
Para convencer a la opinión pública, los partidarios del escudo antimisiles insisten regularmente en el papel que cumplieron los estadounidenses por su país, su intervención militar durante la segunda guerra mundial y su apoyo a los disidentes anticomunistas.
Los más pro-americanos aseguran también que las múltiples advertencias de Moscú contra el proyecto de escudo antimisiles tienen que ver ante todo con el deseo de los rusos de no ceder su antigua zona de influencia, como lo dijo el primer ministro checo la semana pasada.

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