Ataques aumentan división interreligiosa en Irak
Bagdad.- Extremistas destruyeron los dos alminares de la Mezquita Dorada de Samarra, uno de los centros de peregrinación más importantes de los musulmanes shiíes en Irak.
Políticos y líderes religiosos advirtieron a los shiíes que se abstengan de acciones de venganza contra los suníes. El primer ministro Nuri al Maliki ordenó un toque de queda en Bagdad hasta nuevo aviso, a fin de impedir más episodios de violencia sectaria, indicó DPA.
El líder religioso de los shiíes iraquíes, el gran ayatolá Ali al Sistani, instó a los fieles a que se contengan en vista del nuevo daño al santuario. «Los iraquíes no deben seguir a aquellos que persiguen una división», dijo.
A pesar de las advertencias, dos atentados destruyeron dos mezquitas suníes al suroeste de Bagdad, al parecer como forma de venganza por el ataque contra un importante santuario shií al norte de la capital.
Según informaron fuentes policiales, la Gran Mezquita de la ciudad de Al Eskandariya, ubicada a 60 kilómetros al suroeste de la capital, fue destruida.
Poco después, la mezquita Abdulá al Yaburi sufrió graves daños por explosivos que ocultaron en la puerta del recinto, también situado en la ciudad de Al Eskandariya.
Además, destruyeron un puente en el norte de Irak, quedando interrumpida la conexión entre las ciudades de Tikrit y Kirkuk. Es el cuarto en cuatro días.