Suspenden temporalmente búsqueda de víctimas de tragedia aérea en Brasil
Los bomberos brasileños, tras haber rescatado 180 cadáveres, suspendieron temporalmente esta mañana la búsqueda de las víctimas del accidente de este martes en el aeropuerto Congonhas, de Sao Paulo, ante el temor de que la edificación en que trabajan pueda desplomarse.
Según el Centro de Operaciones de los Bomberos, los trabajos se reanudarán tan pronto como los técnicos definan el estado del edificio y una estrategia que garantice la seguridad de los socorristas.
El accidente, del que por el momento hay 183 víctimas, ocurrió en la noche del martes cuando un Aibus A-320 de la aerolínea TAM, procedente de la ciudad de Porto Alegre y con 186 pasajeros a bordo, chocó contra una edificación vecina a Congonhas cuanto intentaba aterrizar en el aeropuerto de mayor movimiento del país.
La aeronave llegó a tocar la recién reformada pista del aeropuerto, pero derrapó, atravesó una de las principales avenidas de Sao Paulo y terminó estrellándose contra una edificación de TAM Express, la filial para el transporte de carga de la aerolínea.
La búsqueda de cadáveres fue suspendida ante el temor de que esta edificación, cuyas estructuras quedaron seriamente comprometidas, pueda venirse abajo cuando los bomberos comiencen a explorar los locales más internos.
Pese a que en la madrugada surgieron informaciones de que los bomberos ya habían hallado 184 cuerpos, el comando de la institución aclaró que el número era menor.
De los 180 cadáveres rescatados en el local de la mayor tragedia aérea en la historia de Brasil, apenas doce habían sido identificados debido a que la mayoría de los cuerpos quedó calcinado y siete ya habían sido entregados a sus familiares.
El número de víctimas confirmadas llega a 183 si se suman las tres personas que trabajaban en la edificación contra la que chocó la aeronave y que murieron en los centros médicos a los que fueron trasladados con graves heridas.
El total de víctimas, sin embargo, puede llegar a cerca de 200 debido a que, además de los 186 ocupantes del avión y de las 3 personas que murieron en hospitales, aún hay al menos seis que estaban en la sede de Tam Express consideradas como desaparecidas.
Los bomberos pretenden ahora explorar los locales de la edificación a los que hasta ahora no han llegado.
Un equipo de más de 30 forenses trabaja en la identificación de las víctimas, una labor penosa porque la temperatura cercana a los mil grados centígrados que, según los bomberos alcanzó el lugar de la explosión, redujo los cuerpos a cenizas y derritió inclusive metales como el oro y el platino, que podrían ayudar en la tarea.
Mientras los socorristas y forenses se emplean a fondo en la recuperación e identificación de los restos humanos, las autoridades tratan de establecer las causas de la tragedia.
Pilotos y especialistas en aeronáutica han señalado que una posible causa fue el agua acumulada en la pista donde aterrizó la aeronave, que recientemente pasó por una reforma y se puso en servicio pese a que las obras de drenaje no estaban terminadas.
Infraero, la empresa estatal que administra los aeropuertos del país, negó esta hipótesis y garantizó que Congonhas es seguro.
La Aeronáutica, sin embargo, prohibió provisionalmente el uso en días lluviosos de la pista principal del aeropuerto más concurrido de Brasil como medida preventiva.
EFE
