Prudencia de EEUU ante tregua

Prudencia de EEUU ante tregua de jefe radical chiita
Bagdad.- Los mandos militares estadounidenses en Irak acogieron con prudencia el jueves el anuncio del jefe radical chiita Moqtada al Sadr de una suspensión de las acciones de su milicia, que el gobierno de Bagdad definió una «buena noticia», informó AFP.
«Cada vez que alguien en Irak, y particularmente un jefe, desea recurrir a métodos no violentos para resolver los problemas (…), nosotros le alentamos», aseguró el portavoz del ejército estadounidense, el teniente coronel Chris Garver.
Aunque advirtió que «como siempre, la prueba de este compromiso lo tendremos que constatar sobre el terreno».
Garver animó a que otros jefes tribales sigan el camino de al Sadr «para acabar con la criminalidad y hacer avanzar en Irak».
El gobierno iraquí, por su parte, se felicitó por el anuncio porque «contribuirá a la paz y a la estabilidad» , aseguró a la BBC el consejero nacional de seguridad, Muwaffaq al-Rubaie.
El jefe radical chiita Moqtada al Sadr anunció el miércoles en un comunicado la «suspensión» de las actividades de la poderosa milicia que dirige, el ejército del Mahdi.
«He ordenado al ejército del Madhi suspender todas las actividades durante seis meses hasta su reestructuración, siguiendo modelos que respeten los principios por los que fue fundado», indicó el comunicado.
Responsables de la milicia indicaron posteriormente que esa suspensión no implica el desmantelamiento del grupo armado, sino «una reorganización con el fin de eliminar a los grupos indisciplinados del seno del movimiento».
Esta milicia fue responsabilizada de los enfrentamientos ocurridos el martes en Kerbala durante una peregrinación multitudinaria a esa ciudad santa, en los que murieron al menos 52 personas y más de 300 resultaron heridas. El grupo negó cualquier implicación en el incidente.
El ejército del Mahdi, que está formado por unos 60.000 milicianos, se oponen a la ocupación americana y al actual gobierno iraquí. Numerosos grupos se han escindido del grupo principal, han desautorizado el liderazgo de al Sadr y han atentado por su cuenta.
El ejército estadounidense declaró en diciembre de 2006 que el grupo dirigido por Moqtada al Sadr era «la amenaza más grave» contra la estabilidad en Irak, incluso por delante de los grupos relacionados con Al Qaida.
Por otro lado, el comandante en jefe de la fuerza internacional en Irak, el general David Petraeus, y el embajador de Estados Unidos, Ryan Crocker, ultiman el informe sobre la situación en en país que deberán presentar a mediados de septiembre.
El informe analizará la repercusión del incremento de soldados en enero pasado y alertará de los peligros para el país de una retirada anticipada de las tropas aliadas.
A pesar de la expectación levantada ante lo que pueda decir el informe, el ministro iraquí de Relaciones Exteriores, Hoshyar Zebari, ya ha pronosticado que el documento no contendrá ninguna «fórmula mágica» para acabar con la crisis.

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