El 2007 fue un año de polémicos sucesos y cruciales acontecimientos. Al comenzar este nuevo año, algunos de esos hechos continuarán dejando secuelas. A continuación, el equipo editorial de Segured.com ha querido desglosarles esos sucesos que, de alguna manera, fueron noticia en el mundo.
Comenzando el 2007, el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, durante su discurso anual sobre el estado de la Unión, demostró perseverancia en la lucha contra el terrorismo, ante un Congreso dominado, por primera vez en doce años, por demócratas. Agregó que nada era más importante que tener éxito en Irak y puso mano dura contra el “creciente peligro” de Al Qaeda. El 2008 será un año crucial para este país, y la continuación o no de esta guerra, ya que se llevarán a cabo las elecciones presidenciales.
A los pocos días, la figura del presidente Bush volvió a ser noticia y despertó pasiones y repudios con motivo de su gira por varios países de América Latina, provocando una gran cantidad de heridos y detenidos, durante sus visitas a Brasil, Uruguay, Bogotá, Guatemala y México.
En abril de ese año, una sesión extraordinaria celebrada por el Parlamento iraquí, en Bagdad, transmitiría un mensaje de repudio y desafío al terrorismo. Y es que días antes, la discusión entre parlamentarios fue interrumpida por la acción de un kamikaze que se hizo estallar en plena área de cafetería, ubicada en los espacios de ese ¨protegido¨ senado.
Apenas un mes después, ante la mirada preocupante de varios periodistas, el ministro de Interior alemán Wolfgang Schauble aseguraba en una conferencia de prensa que el principal peligro para la seguridad interna de ese país era el terrorismo islamista y advirtió que Alemania debía prepararse para “actividades terroristas de nuevo cuño”.
Sin embargo, fue el propio pueblo el que se alzó. Rostock, una ciudad de Alemania ubicada a orillas del Mar Báltico, sería el centro de multiduninarias protestas que reclamaban la realización de la cumbre del G-8. Más de 30 mil personas salieron a las calles a manifestar contra la política de esos países. Detuvieron a 120 personas y 304 policías fueron heridos.
En julio, se produjo la peor tragedia en la historia de la aviación brasileña. El Airbus A-320, perteneciente a la aerolínea TAM, partió desde Puerto Alegre con destino al aeropuerto Congonhas, en Brasil, provocando la muerte de al menos 186 pasajeros y catorce personas más que se encontraban en un almacén adyacente, al momento en que intentó aterrizar.
El miércoles 15 de agosto se produjo el terremoto más fuerte en Perú desde el año 1940. Arribó con sus 7,9 grados en la escala de Richter sin dar ninguna advertencia. Tan sólo dos minutos fueron suficientes para derrumbar puentes, inmuebles y producir lamentables pérdidas humanas y miles de damnificados. Esta tragedia dejó más de 540 muertos y alrededor de 1.000 heridos.
Días después, el presidente venezolano Hugo Chávez Frías asumiría su papel de mediador para llevar a cabo un acuerdo humanitario en Colombia, con la finalidad de liberar a guerrilleros presos por rehenes que se encuentran a manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Sin embargo, más adelante, Uribe daría por terminada la mediación de Chávez, alegando una acción ¨improcedente¨ del gobernante venezolano.
A mediados de septiembre, se propagó un movimiento de protesta de los monjes en la ciudad de Rangún. Miles de personas se alzaron pacíficamente en contra del aumento de los precios y la Junta Militar, precedida por Than Shwe. Fue entonces cuando los soldados del Ejército actuaron, reprimiendo a los “revoltosos” con palos, bombas lacrimógenas y hasta balas. El régimen informó la detención de 2.927 personas, y los disidentes salieron al paso agregando que habían sido más de 10 mil y que, muchos de ellos, habían sido torturados.
A pocos días y horas de terminar el año, dos noticias impactaron al mundo cuando ni siquiera habían sonado las campanadas de las doce. El 27 de diciembre, murió en la ciudad de Rawalpindi la ex Primera Ministra de Pakistán, Benazir Bhutto, a causa de un atentado suicida.
El 31 de diciembre, tras varios días de retraso, las FARC argumentaron supuestas operaciones militares en el lugar donde se liberaría a Clara Rojas, su hijo Emmanuel y Consuelo González. Sin embargo, ese mismo día, el presidente Uribe indicó que el menor estaba en poder del ICBF y que se le realizarían pruebas de ADN. La Fiscalía colombiana reveló los resultados preliminares de las pruebas que dieron una «alta probabilidad» de que el niño que recibió el ICBF, en el 2005, era Emmanuel.