Iglesia trabaja en contactos con FARC

Iglesia trabaja en contactos con las FARC
Bogotá.- Un jerarca de la iglesia católica colombiana afirmó que adelantan contactos con las FARC, algunos de cuyos jefes han descartado una gestión de la iglesia para lograr un canje de secuestrados por rebeldes en prisión.
«Estamos en ese trabajo, pero quisiera no entrar en el tema hasta no tener algo concreto», dijo el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Luis Augusto Castro, entrevistado por la cadena radial Caracol sobre si miembros de la iglesia tenían contactos directos con las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
«Nosotros estamos haciendo todos los esfuerzos posibles y naturalmente esperamos que se logre adelantar en este proceso, pero no quisiera como decir más, de pronto voy a ser un poquito imprudente», agregó.
El prelado fue consultado sobre recientes declaraciones de Raúl Reyes, miembro de la jefatura de las FARC, en torno a que la iglesia colombiana y el gobierno español «se autoexcluyeron» como «posibles mediadores» para un canje al tomar partido a favor del gobierno del presidente Alvaro Uribe.
«La guerrilla nos conoce, la guerrilla sabe quiénes somos y los juicios genéricos pues son juicios tan globales que hay que decir que no se les debe dar tanto peso», dijo. «Nosotros confiamos que podamos avanzar en otro nivel, que no sea el de la simple declaración genérica, y llegar a algo más concreto», agregó.
Castro dijo que debido a que las FARC han procedido a la liberación unilateral de ex congresistas, la negociación por el canje sería entonces para lograr libertar a militares y policías retenidos por las guerrillas desde hace varios años, informó AP.
«Es ahí donde se va a necesitar una zona de encuentro, entonces la guerrilla sabe que estamos listos para definir» esa área, dijo Castro refiriéndose a la elección de una región del país donde rebeldes y mediadores oficiales discutan las condiciones de ese intercambio.
Para discutir el canje, las FARC invariablemente exigen que esa zona sea la de los municipios de Pradera y Florida, en el departamento del Valle del Cauca, en el suroeste colombiano, alegando condiciones de seguridad para sus voceros.
El gobierno de Uribe rechaza retirar a la fuerza pública de esos dos municipios y en cambio ofrece que la zona sea cualquier área del país en la que ya no exista presencia de unidades militares o policiales.

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