Sólo bastaron seis meses para que un comando de terroristas planificara, a sangre fría, los peores ataques en la historia de la India. Según fuentes periodísticas, este grupo de islamitas planeaba llevar a cabo un nuevo 11-S, pero esta vez en Bombay, haciendo volar varios hoteles en cadena. Este fue un ataque bien planificado, los terroristas conocían a la perfección cada detalle, infraestructura y diseño de los hoteles Taj Mahal y Oberoi.
Sin embargo, estos dos hoteles no fueron los únicos inmuebles tomados a la fuerza por los asaltantes. El Centro Judío también fue irrumpido violentamente. En este lugar, cinco rehenes murieron en el interior del centro de rezo judío Nariman House, donde las fuerzas especiales abatieron a dos terroristas, según afirmó una fuente oficial. En total, el ataque dejó más de 327 heridos y casi 200 personas fallecidas, aproximadamente.
Haciéndose pasar por estudiantes, el grupo de extremistas llegó a la ciudad india para alquilar una casa, desde donde se planearían las acciones. Incluso, el día del asalto, ya estaban prevenidos y llevaban consigo en sus mochilas gran cantidad de aperitivos y frutos secos en caso de que la situación se prolongara por más tiempo, como efectivamente sucedió. Tres días duró este lamentable acontecimiento, que le costó la vida a casi 200 personas.
Culminada esta dramática situación de rehenes, la Policía y el Ejército indios poco a poco han venido descubriendo e hilando algunos detalles claves que revelan el ambicioso plan de este grupo terrorista. La captura del único miliciano islamista que sobrevivió Azam Amir Kasav, ha sido una pieza clave para revelar aspectos interesantes durante el interrogatorio. Según la cadena de televisión india Times Now, los asaltantes «querían reducir los símbolos de la fuerza económica a escombros, el hotel Taj y Oberoi Trident, y que no pudieran ser reconstruidos».
Según fuentes policiales, el método utilizado en estos atentados fue distinto al que se empleó el 11-S, sin embargo, el objetivo era producir el mismo impacto. A través de la vía marítima, el comando inició sus ataques contra 10 puntos de la ciudad, arribando a la costa en una lancha motora llamada Gemini. Según los investigadores, antes de este arribo, el grupo abandonó un navío pesquero, luego de haber secuestrado y asesinado a sus tripulantes.
Según informaciones periodísticas, los terroristas también se inspiraron en un atentado que tuvo lugar el pasado mes de septiembre en el hotel Marriott de Islamabad (Pakistán), el cual dejó un lamentable saldo de al menos 52 muertos y más de 200 heridos. Los investigadores han analizado los teléfonos satelitales y los GPS que fueron hallados junto a los atacantes muertos, a raíz de los enfrentamientos armados con los cuerpos especiales.
«Es obvio que recibieron entrenamiento en alguna parte. No todo el mundo es capaz de utilizar esas armas. Y además conocían el diseño del hotel. Como si lo hubieran estudiado antes. Estaban determinados, sin remordimientos», dijo en una rueda de prensa uno de los miembros del comando, con su rostro cubierto.
El viceministro del Interior indio, Shakeel Ahmad, afirmó que «los terroristas fallecidos durante los enfrentamientos de Bombay eran oriundos de Pakistán». El único de los terroristas que sobrevivió, confesó que fue entrenado en un campo del grupo Lashkar e Taiba, en Pakistán, y que éste estaba detrás de los actos terroristas en la ciudad.