Fujimori recibe pena de 25 años
La justicia peruana condenó el martes a 25 años de cárcel al ex presidente Alberto Fujimori por la muerte de 25 personas durante la guerra sucia contra la guerrilla en los años de 1990, en un histórico fallo que marcaría un precedente para casos de abusos a los derechos humanos en el mundo, dijo Reuters.
La sala que procesó durante 16 meses al ex mandatario, que gobernó Perú con mano dura entre 1990 y el 2000, dictaminó que deberá estar recluido hasta el 10 de febrero del 2032.
Tras el fallo, Fujimori adelantó que interpondrá un recurso de nulidad contra la sentencia, al tiempo que su hija Keiko Fujimori, una popular política que prometió indultarlo si gana la presidencia en las elecciones generales del 2011, adelantó que saldrá a las calles en apoyo de su padre.
«Este tribunal declara que los cuatro cargos objeto de imputación se encuentran probados más allá de toda duda razonable. La sentencia que se emite es condenatoria», dijo el juez César San Martín, presidente de la sala.
Los fiscales han solicitado 30 años de prisión para Fujimori por los cargos de lesiones graves, homicidio calificado y secuestro bajo la modalidad de «autor mediato» o de ejercer el «dominio» sobre el escuadrón militar que ultimó a las víctimas por supuestamente ser guerrilleros.
Fujimori, de 70 años, ha negado los cargos y su defensa ha anunciado que apelará cualquier fallo condenatorio.
«Con esta sentencia (…) el tribunal peruano ha demostrado al mundo que hasta ex jefes de Estado no pueden quedar impunes luego de cometer serios crímenes», dijo a periodistas María McFarland, de la organización internacional Human Rights Watch, al comentar la sentencia de Fujimori.
La condena podría crear olas en el ambiente político peruano, ya que podría convertirse en un antecedente que permita abrir investigaciones sobre abusos a los derechos humanos en gobiernos anteriores al de Fujimori, como el del actual mandatario Alan García en los 80.
García tiene denuncias por la matanza de cientos de presos rebeldes durante su primera administración, entre 1985 y 1990, luego de una violenta incursión militar para sofocar un motín en un penal. También por la muerte de hasta 90 campesinos a manos de militares.
Además, la condena podría distanciar al grupo político de Fujimori, que eventualmente apoya al Gobierno en el Congreso, del partido oficialista APRA, haciendo más duro el camino de García a poco más de la mitad de su mandato.
Rol de Fujimori
En la lectura de la sentencia, la sala dijo que está probado que «Fujimori estructuró y ejecutó una estrategia político militar paralela a la que pregonaba públicamente cuyo objetivo era la eliminación de los terroristas, decisión que se articulaba por medio de su asesor (Vladimiro) Montesinos Torres y del aparato organizado de poder que formó».
Además, el tribunal concluyó que «está probado que por ello protegió tanto a Montesinos Torres como al general (jefe de las fuerzas armadas, Nicolás) Hermoza Ríos, e incluso a los ejecutores materiales a quienes se les concedió amnistía».
Aunque la guerra interna en Perú dejó unos 69.000 muertos y desaparecidos en más de dos décadas de enfrentamientos entre la guerrilla y las fuerzas de seguridad, nunca se procesó a los presidentes por excesos cometidos por las fuerzas armadas.
Fujimori tiene aún muchos seguidores que lo defienden a capa y espada agradecidos por estabilizar la economía y reducir una hiperinflación, así como pacificar al país tras años de lucha interna entre las fuerzas armadas y la guerrilla.
Pero, sus detractores le enrostran los casos de corrupción y abuso a los derechos humanos que se produjeron durante su Gobierno. Fue un escándalo de corrupción que estalló al inicio de su tercer mandato, que involucró a su ex jefe de espías, Vladimiro Montesinos, lo que acabó su Gobierno en el 2000.
Fujimori se autoexilió en Japón amparado en su doble nacionalidad, y cinco años después llegó a Chile donde permaneció hasta septiembre del 2007, cuando fue extraditado a Perú.
Durante el juicio, la salud de Fujimori se ha resquebrajado y en varias etapas del proceso ha lucido cansado y a veces hasta se ha quedado dormido en plena audiencia.