Finalmente, los restos del Airbus A330-200 de la compañía Air France, con 228 personas a bordo, fueron encontrados en el Océano Atlántico. La aeronave partía desde el aeropuerto de Río de Janeiro hacia París cuando, luego de tres horas y media, los radares perdieron su rastro sobre las 1.33 GMT. En todo momento, las autoridades se esperaban lo peor, no daban esperanza de que el aparato hubiese podido aterrizar.
Luego de atravesar una zona inmersa por fuertes turbulencias, el avión envió un mensaje que informaba acerca de un cortocircuito eléctrico. Sin embargo, tanto los radares del tráfico aéreo francés como los brasileños, no pudieron establecer contacto con la aeronave, en la cual viajaban 126 hombres, 82 mujeres, 7 niños y un bebé, más el equipo de tripulación.
Lo que hace extrañar a muchos es que el Airbus era prácticamente nuevo, y acumulaba un total de 18.870 horas de vuelo desde que se puso en servicio el 18 de abril de 2005. Incluso, había pasado su última revisión hacía pocos días. Las palabras de aliento para los allegados de los pasajeros no se hicieron esperar. «Air France comparte la emoción y la inquietud de las familias afectadas», sostuvo la aerolínea. En el aeropuerto París-Charles de Gaulle se reservó un espacio para ir recibiendo a los familiares y amigos de los tripulantes.
El Gobierno francés señaló que temía «lo peor». El presidente, Nicolás Sarkozy, acudió al aeropuerto para mostrar su apoyo durante los difíciles momentos de espera y afirmó que las posibilidades de encontrar sobrevivientes eran ínfimas. «Estamos ante un «acontecimiento absolutamente dramático, un accidente trágico», recordó en ese momento de angustia.
Al parecer, la experticia y experiencia de la tripulación que comandaba el avión no era poca. El comandante contaba con 11 mil horas de vuelo, de las cuales 1.700 las había efectuado en aviones tipo A330/A340. Con relación a los dos copilotos, ambos sumaban 3 mil horas de vuelo, a bordo de aviones A330/A340. Quizá las condiciones metereológicas tuvieron mucho que ver en este incidente.
Para la búsqueda de esta aeronave también se emplearon los medios tecnológicos más sofisticados como radares y sensores. El avión de patrulla marítima Breguet Atlantique, con base en Dakar, habría despegado el lunes 1 de junio para participar en las operaciones de búsqueda, según informó la agencia de noticias AFP. Un trirreactor Falcon 50M Surmar (vigilancia marítima) también reforzó las labores.
A bordo del avión, sus tripulantes supervisaron el mar a través de prismáticos para divisar restos de asientos, chalecos salvavidas y otros objetos. Un total de 11 aviones de Brasil, Francia y Estados Unidos, así como ocho barcos, también han colaborado en la búsqueda.
En París, el presidente Sarkozy asistió a una ceremonia en la catedral de Notre Dame, donde el Papa Benedicto XVI leyó un mensaje emotivo y expresó sus «condolencias» a los familiares. En Río de Janeiro, también se realizaron varias ceremonias. No es el primer accidente aéreo que ocurre durante el 2009.
A principios de año, un avión de la compañía Turkish Airlines se estrelló al aterrizar en el aeropuerto internacional de Schiphol, en Amsterdam. El accidente causó nueve muertos y 84 heridos.