El presidente colombiano, Álvaro Uribe, pidió no desamparar al comandante de las Fuerzas Militares de su país, general Freddy Padilla, tras ser vinculado nuevamente por la justicia ecuatoriana en el proceso que investiga el ataque en el que fue abatido alias «Raúl Reyes», jefe de las FARC.
«Nosotros de corazón queremos el restablecimiento pleno de las relaciones con el Ecuador, pero nosotros no podemos, en nombre de una diplomacia meliflua y babosa, dejar desamparado al general Freddy Padilla de León», señaló Uribe a periodistas en Bogotá.
Para Uribe es inexplicable que Ecuador, a través de su administración de justicia, «insista en vincular a nuestros ministros y Altos Mandos como delincuentes, cuando ellos lo que han hecho es realizar una tarea heroica contra el terrorismo».
El presidente colombiano recordó que Luis Edgar Devia, alias «Raúl Reyes», y quien entonces era el segundo hombre de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), «vivía a sus anchas, y el héroe que lo combatió ahora queda de sindicado».
«Eso no se puede aceptar», afirmó Uribe, quien agradeció a Ecuador sus esfuerzos para combatir el narcotráfico y la «narcoguerrilla».
El fiscal ecuatoriano de la provincia de Sucumbíos, Carlos Jiménez, solicitó nuevamente la vinculación del general Padilla en la investigación por el bombardeo colombiano contra el campamento de las FARC en territorio ecuatoriano el 1 de marzo de 2008.
Al caso también está vinculado el presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos que, para la época, era ministro de Defensa.
En el bombardeo desde suelo colombiano al campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, murieron, además de «Reyes», 25 personas.
El fiscal Jiménez confirmó que «sólo los dos», Santos y Padilla, «por el momento», están vinculados en el proceso y, por lo tanto, llamados a presentar sus testimonios.
A raíz de ese ataque, Quito rompió relaciones diplomáticas con Bogotá, aunque actualmente los dos Gobiernos adelantan gestiones para normalizarlas.