Mucho énfasis se ha hecho en la responsabilidad del Estado de garantizar la Seguridad de las personas. Sin embargo, poco se ha dicho sobre el ejercicio de ciudadanía y los deberes de ciudadano como elemento fundamental en la generación de un ambiente más seguro para las personas. La sociedad civil ha adquirido un rol más proactivo en la promoción de la democracia y el bienestar económico de la gente, en la resolución de conflictos sociales y violentos, y en la garantía de bienes públicos que van desde un medio ambiente sano hasta la seguridad. En parte, esto se debe a las mayores demandas de participación de distintos actores de la sociedad civil en la formulación de aquellas políticas públicas que tocan aspectos fundamentales de sus vidas. Sin embargo, para una mayor participación en la formulación de políticas públicas, en los procesos de toma de decisión y en el monitoreo de la implementación de las políticas en materia económica y en asuntos de defensa, seguridad urbana, políticas anti-drogas y medidas anti-terroristas, la sociedad civil deberá ejercer una ciudadanía solidaria con la aplicación de la ley y fortalecer su conocimiento técnico y especializado en dichos temas y generar espacios de interlocución con el Legislativo, el Ejecutivo y los organismos de seguridad.
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