Me atrevo a decir que los culpables principales de estar viviendo la inseguridad que vivimos son los gobiernos de turno, cuyos líderes políticos aún teniendo varios años en carrera nunca determinaron a la seguridad ciudadana como una política de estado, pues sencillamente por el desconocimiento no le dieron importancia. Es con el desastre del 11 de septiembre donde aquellas amenazas que se materializaron y generaron su impacto en Nueva York y en otras partes del mundo, que hace apreciar a los países que manejan la hegemonía mundial el estado de descomposición de la sociedad, incluyendo a todos sus estamentos y entidades tanto públicas como privadas, lo desorientados que están frente a su planificación estratégica, frente al objeto social que deben primar en cada una de ellas en beneficio al individuo.
Una segunda causa considero que es nuestra forma de vivir, donde hemos hecho tabla raza a los principios y valores humanos, a la ética, a la moral y cívica que los que tenemos más de los 50 años la estudiamos desde la primaria. La obediencia, el respeto, la honestidad, la integridad hay que recuperarlas en forma urgente. Si no se definen campañas reorientadoras al respecto la impunidad más la injusticia que en otras palabras es la corrupción seguirán desatando más violencia pues hay muchos corazones destruidos, lacerados, mentes alteradas y con gran estrés.
He tenido la suerte de asistir a algunas conferencias de colegas y una de la que más me impactó fue la de un periodista colombiano que trató los siete pecados capitales del periodismo, no los voy a mencionar pero todo concluye a que el periodismo siempre estuvo subordinado al poder y al dinero y más al segundo, de allí que un periodista íntegro, con su personalidad bien definida, no calza frente a los intereses de los poquísimos dueños que manejan la opinión. Los medios de la información ahora la televisión y el internet resultan ser los terceros culpables de la inseguridad ciudadana al poner a la vista de todos los niños, adultos y viejos tanta violencia y basura que lo único que hace es destruir la mente y la psiquis del individuo. Basta de tanta publicidad sensacionalista, de utilizar el sexo como principal instrumento de venta.
Una de las estrategias probadas y más efectivas para contrarrestar cualquier tipo de emergencia es la ayuda o apoyo mutuo, en otras palabras, la unificación de esfuerzos, si esto no se da por el ego de las autoridades locales o regionales, los únicos afectados somos los ciudadanos.
Cualquier plan de seguridad no funcionará si el alcalde y el gobierno de turno, a pretexto de la política están en franca disputa .Les pregunto deben haber dos corporaciones de seguridad ciudadana; deben alterar el orden público el policía contra el metropolitano cuando se debe ordenar el espacio y vía pública, sencillamente no, cuando el ciudadano está por encima de los intereses de las autoridades.
Concluyendo el hombre sigue aprendiendo más por el error que por la prevención. En nuestra Latinoamérica no acatamos las experiencias del viejo mundo .Por mencionar algo una de las amenazas desde algunos años atrás es el narcotráfico y el lavado de activos y hasta ahora en mi país que las entidades financieras se hacen como las cumplidoras de la Ley, lo peor que en la mayoría de los casos, no se han descubierto los ilícitos en sus transacciones financieras por los reportes inusuales e injustificados que están obligados a hacerlo, sino por otra fuente externa luego de un proceso investigativo de más de dos años, ha hecho que un ilícito salga a luz pública.
No es tan difícil hablar de seguridad ciudadana solo que es muy compleja y dinámica. Debemos tocarla desde su raíz, pues siendo un fenómeno social, amerita la participación interdisciplinaria de especialistas, de profesionales altruistas que sí los hay .Alguien dijo que el daño que genera una amenaza no es por casualidad, sino por causalidad.
Miguel Guzmán Ruiz