La importancia de los medios de comunicación

La importancia de los medios de comunicación
Empezaré por decir que no solo en Perú, sino en el mundo entero los medios de comunicación en general, sobre todo la televisión y los demás medios electrónicos cumplen un papel de vital importancia, el estar enterados de los últimos acontecimientos se ha convertido en una necesidad de quienes laboramos en algún campo de la seguridad, ya sea previniendo o dictando doctrina legal que lleve a una mejoría en los sistemas jurídicos penales.
En ocasiones, son los medios quienes ponen la agenda a seguir al ciudadano común y corriente le interesa saber de lo que pasa en su medio, de tal forma que este enterado de acontecimientos políticos y sociales relevantes e incluso de escándalos mediáticos o de los chismes de su artista favorito.
La vorágine informativa ha llevado a los medios de comunicación a exagerar en su papel informativo, exhibiendo en muchos casos de forma inadecuada y sin mayor investigación algunos casos policiales o judiciales. Soy partidario de la libertad de prensa, por que gracias a ello han salido a la luz los mayores escándalos de corrupción del País, de lo que si estoy convencido, es en la necesidad de analizar hasta donde la libertad de expresión debe limitarse en pro del derecho a la intimidad y la privacidad, no se trata para nada de coartar o poner corta pinzas a la libertad de prensa.
Lo que se trata es de saber hasta donde resulta benéfico por ejemplo el exhibir a delincuentes, pues si analizamos la escalada de violencia, más bien resulta como publicidad a los personajes delictivos y sus actividades; ensalzando a un grupo por encima de otro y promoviendo entre una juventud desorientada y marginada socialmente la posibilidad de poder, fama y dinero a través de acciones ilegales. Esta situación, se viene dando en América Latina, donde la exclusión social, la violencia familiar, el consumo de drogas, los niveles tan bajos de formación profesional y las nulas oportunidades laborales, abren la puerta del empleo delincuencial donde lo que cuenta es la capacidad de desarrollo de la maldad.
Los medios de comunicación resaltan casos, que en un frio análisis deberían quedar como noticia de un día, y no es para entrar en polémica, como en otros tiempos, donde los psicosociales funcionaban como distracción perfecta para la gran mayoría, , más bien se trata de analizar hasta donde resulta conveniente saturar a nuestros niños y juventud, y es mas, a la sociedad productiva en general de información que anuncia a diario la violencia y una situación casi incontrolable a lo largo y ancho del territorio nacional.
FACTORES QUE ATENTAN A LA INTIMIDAD
El profesor Humberto Quiroga Lavié coincide con Karl Jaspers en que en este tiempo contemporáneo la intimidad se ve afectada por dos factores:
«a) Por la masificación de la cultura: que invade la privacidad y afecta el desarrollo sostenido del hombre como individualidad.
«b) Por la tecnología: computadoras, bancos de datos, censores remotos…»
Estos hechos deberían llevar al Estado a controlar y vigilar el uso de los instrumentos informáticos. El derecho del público a un información verdadera con la garantía de los poderes públicos, no solo han de poner los medios para que la sociedad pueda informarse por si misma, sino defenderla de todo monopolio de la información, de todo falseamiento de la verdad y de toda presión sobre la opinión pública. Solo con estas garantías y con el respeto de los profesionales de la información a un código moral basado en el respeto a la verdad y a la intimidad de las personas, exigiendo el continuo servicio de estos a las necesidades de la sociedad; la información podrá desarrollar el papel que le corresponde de poner a las hombres en una situación progresivamente más perfecta de conocimiento mutuo y de fraternidad universal.
Así el Papa Pío XII el 12 de marzo de 1953, habló de la misión y la obligación del periodista como informador y orientador de la opinión pública: «Hoy día, los progresos de la técnica han reducido al mínimo la distancia entre el hecho y su publicación, y en este mínimo de tiempo debéis transmitir una información fiel, que presente claramente y en una forma expresiva todos los elementos esenciales. La cualidad principal del periodista sigue siendo siempre un amor incorruptible a la verdad. Sin embargo, cuántas tentaciones tratan de apartaros de ella.
¡Qué difícil puede ser resistir y respetar los límites que la veracidad prohíbe en absoluto franquear! Sin olvidar tampoco que la «conspiración del silencio» puede también ofender gravemente la verdad y la justicia. Vosotros sabéis por vuestra propia experiencia de cada día cuan difícil es muchas veces asegurar la pura verdad, en el campo de la opinión pública, aunque sólo sea una parte de la consideración que gozan, frecuentemente, la mentira y las verdades a medias, cuando éstas admiran y seducen. ¿No ha expresado Juan de la Fontaine una observación semejante en aquellos versos tan conocidos: «El hombre es de hielo para las verdades; de fuego, para las mentiras»
La intimidad, la vida privada de los ciudadanos, se impone ante el avance de los medios masivos de comunicación. Pero cuando está involucrada la vida privada y la intimidad de los funcionarios públicos o de las figuras públicas debe adoptarse una perspectiva diferente, ya que al tener una mayor exposición pública gozan de un derecho a la intimidad más atenuado que el resto de la sociedad. Esto significa invadir la intimidad, con el supuesto afán de conocer las actividades personales que supuestamente repercuten en el ejercicio de su cargo, se va mas allá de la actividad pública profesional exponiendo la intimidad y privacidad de la persona humana, que resulta ser padre, hijo, hermano, etc. Al igual que los demás pero vulnerado en su derecho a la intimidad y privacidad por supuestos subjetivos de claridad y acceso a la información.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *