El “Sistema de televigilancia ciudadana para Maracay” comenzó a ser instalado durante el periodo de gobierno del ex gobernador del estado Aragua, Didalco Bolívar, a mediados de 2007, como parte de un plan para recuperar la gobernabilidad del centro de la ciudad. Las estadísticas de la policía indican que allí se cometen a diario gran cantidad de delitos, en su mayoría robos y hurtos, amparados en la imposibilidad física de los agentes para supervisar la actividad humana que allí se desarrolla.
El principal corredor vial se había convertido prácticamente en un espacio para vendedores ambulantes. En esa maraña de ventorrillos, la gente es despojada de sus pertenencias, sin que la policía pueda hacer nada. Como las aceras están ocupadas, los transeúntes deben circular por las calles. Esto dificulta el tránsito automotor y la capacidad de reacción de los organismos de seguridad ciudadana cuando ocurre una emergencia.
En 2006, el ex gobernador Bolívar tuvo la oportunidad de conocer directamente la experiencia aplicada por las autoridades en una zona que también es altamente conflictiva, aunque por razones distintas: el casco histórico de Jerusalem. Allí entendió que con la cooperación de la empresa privada podía lograr una adaptación e integración tecnológicas para lo que necesitaba en la capital de su región.
La obra fue concebida por fases, en virtud de la volatilidad de la economía venezolana. La primera fase consta de 13 puntos de vigilancia. Los módulos de cámaras fueron colocados en los puntos con mayor cantidad de delitos.
Como en el caso del centro comercial Sambil, los postes que sostienen a las cámaras pueden ser equipados con botones de pánico e intercomunicadores. Luego de analizar las distintas alternativas para la transmisión de datos, la empresa ejecutora optó por la señal inalámbrica. La información es enviada directamente al Centro de Monitoreo Público, ubicado en la planta superior de la sede del Instituto de Policía de la región. En el sitio se recibe la información procesada a través del sistema de Emergencias 171, instalado por el gobierno regional. No obstante, este servicio hasta el momento opera en forma autónoma.