La visión de futuro de Quito ha implicado el desarrollo de un Sistema Integral de Seguridad y Convivencia Ciudadana con capacidad de previsión y protección a la comunidad, frente a las amenazas provenientes de la naturaleza y de la relación social; con cultura de participación y convivencia pacífica; referente a nivel nacional e internacional. Entre las políticas de seguridad que se han llevado en Quito, como parte del proceso de transformación, se pueden mencionar:
• Propiciar el desarrollo de una ciudadanía cívica.
• Enfocar la seguridad con principios de integración e integralidad.
• Fortalecer la capacidad institucional.
• Aproximar la administración de justicia a los ciudadanos.
• Enfocar los trabajos de seguridad a los grupos vulnerables.
• Prevenir la accidentalidad vial.
• Mejorar la gestión del Sistema de Rehabilitación Social.
• Prevenir la violencia intrafamiliar y maltrato infantil.
• Prevenir y remediar los desastres naturales.
• Recuperar el concepto de lo público y valorizar los espacios públicos.
El ex Alcalde de Quito durante dos períodos, General Paco Moncayo, señala que la seguridad es un tema vital que hay que enfrentarlo desde una actitud positiva, pero también desde una actitud fundamentada en conocimientos.
“La seguridad no requiere de definiciones muy complejas. La seguridad es poder salir a la calle sin temor de que me van a asaltar, es regresar a mi casa y saber que no se han hurtado y robado las cosas, y saber que se va mi hija a la escuela, o al colegio o a la universidad y nadie le asalta, nadie le viola, es saber que la persona que pasa es mi vecino y no un posible agresor, es poder caminar sin andar viendo hacia todos lados, es parar en un semáforo y saber que no me rompen los vidrios y me asaltan”, sostiene Moncayo.
Asimismo, en cuanto al tema de la ciudadanía cívica, se han desarrollado planes en las áreas de cultura urbana de tolerancia; la comunidad ha aprendido a compartir valores, intereses y aspiraciones; y también han desarrollado conceptos como la “Comunidad con autoestima, sentido de pertenencia y conciencia de identidad” y la “Comunidad que participa, defiende derechos, pero asume responsabilidades. Hace parte de las soluciones”.
En cuanto al fortalecimiento institucional, han mejorado las instituciones de seguridad en las áreas profesional, moral y de equipamiento e infraestructura; y también han impulsado la integración de las instituciones del orden con la comunidad, creando relaciones de confianza y respeto.
Con relación al tema de justicia cercana al ciudadano, han realizado reformas al marco legal vigente; facilitado el acceso a formas de resolución pacífica de conflictos; han descentralizado la Administración de Justicia; creado Centros Metropolitanos de Equidad y Justicia (CEJ) y han concretado un convenio entre el Ministerio Público y la Fiscalía. También se han esforzado en trabajar con los grupos vulnerables, creando condiciones que permitan la inclusión de los mismos al desarrollo social y económico. A estos grupos se incluyen las agrupaciones migratorias, pandillas, refugiados, indigentes, trabajadoras sexuales, niños de la calle, personas que ejercen el trabajo informal y desempleados.
En cuanto al tema de la prevención y accidentabilidad vial, han hecho cumplir la legislación sobre tráfico, derechos y deberes de peatones y conductores; han sacado a relucir cifras confiables con respecto a este tema; han trabajado sobre el control a conductores embriagados, y han investigado las zonas críticas donde ocurre la mayor cantidad de accidentes viales para, de esta forma, visibilizarlas.
Otro aspecto importante en todo este proceso de transformación, ha sido la recuperación de los espacios públicos. En este sentido, se ha hecho un trabajo importante para revalorizar el concepto de lo público; recuperar los espacios públicos tomados por la ilegalidad; romper la relación delincuente/entorno/ víctima; recuperar el Centro Histórico, la “Mariscal”, ríos, quebradas, parques, aceras y otros espacios.