La manipulación deberá realizarse mediante una serie de preguntas que producirán una respuesta sin vacilaciones.
Se pueden tomar en consideración el gusto, disgusto, expresiones del rostro, gestos de las manos o el cuerpo, todo lo cual evidencia, en general, si la manipulación psicológica surte efecto, mas no para cambiar el método.
Es necesaria la presencia de un psicólogo o psiquiatra en este aspecto de la negociación. Igualmente deben tomarse en cuenta el escenario físico, factores psicosociales, las motivaciones personales y políticas, el alcance o proyección de los escenarios, equipos, armamentos y municiones, entre otros.
El tiempo de la negociación se refiere a aquella parte del período, temporada o época en que ocurre el problema y en el que inexorablemente transcurrirá, pero que debe ser aprovechado al máximo. En la negociación de rehenes el tiempo es un factor fundamental para lograr el éxito. Es un error fijar un lapso perentorio para concluir la negociación, pues el tiempo siempre corre a favor del negociante. Es necesario para producir un desgaste mental del delincuente y para la aplicación efectiva de los planes o métodos de negociación, los cuales son muy variados por muchos factores.