Cuando ocurre un secuestro son notificadas las autoridades de seguridad, generalmente la policía, así como el resto de las autoridades vinculadas y las que toman decisiones. Se inicia la comunicación y la negociación con los secuestradores mediante un negociador profesional.
Tanto la Unidad Especial Antisecuestro como los negociadores proceden al aislamiento del lugar de los acontecimientos mediante el desalojo de los curiosos, los organismos de seguridad no relacionados, las autoridades no relacionadas, los medios de comunicación y otros individuos potencialmente secuestrables.
Posteriormente, recaudan toda la información posible sobre los secuestradores: sus nombres, descripción física, descripción de su organización, jerarquía entre los secuestradores, el estado mental, el estado físico, inclusive las armas y explosivos que poseen, además de los objetivos que pretenden alcanzar con la acción.
También se debe averiguar la descripción de los secuestrados, saber cuántos son y lograr una lista de ellos. Debe conocerse su estado físico y mental.
En cuanto a la ubicación, se requiere la descripción del lugar de los acontecimientos.
Mientras llega la Unidad Especial Antisecuestro se debe contar con los organismos de seguridad no especializados para ir obteniendo el control del escenario.
La resolución del conflicto debe buscarse mediante la negociación. Sin embargo, hay que tener preparada a la Unidad Especial de Antisecuestro para intervenir por la fuerza. Si no se llega a un acuerdo y surge una amenaza real, entonces interviene la unidad de reacción.
Al finalizar el secuestro, los organismos de seguridad están obligados a investigar y a extraer conclusiones de todo el proceso. Con base en las conclusiones, actualizarán la metodología y sus capacidades para la resolución de estos conflictos en un futuro.
Los organismos de seguridad deben demostrar su capacidad de resolver exitosamente este tipo de conflictos, lo cual incentivará al ciudadano para que denuncie y solicite ayuda en casos de toma de rehenes.
La Unidad Especial Antisecuestro, los negociadores y la autoridad deben estar conformados por los mejores profesionales. Tanto la Unidad Especial Antisecuestro como los negociadores deberían pertenecer a una organización bajo la misma autoridad a nivel nacional, aunque existan unidades regionales.
La capacidad de respuesta en poco tiempo es crítica para alcanzar el éxito.
Existe una excepción, cuando ocurre un secuestro en el mar o en un lago. En este caso la Unidad Especial Antisecuestro debe pertenecer a la Marina.