La policía, desde un primer momento, comenzará las investigaciones y la búsqueda de la víctima, y eso resulta muy difícil y peligroso para el secuestrado. Para sus investigaciones, las autoridades necesitan saber qué es lo que está ocurriendo, conocer las negociaciones de la banda. Existen situaciones diferentes en cada país. En Colombia se plantea una situación muy grave para la víctima, ya que el gobierno lucha contra la guerrilla y no puede entrar en sus territorios. Los secuestradores pueden trasladar a sus víctimas a otro lugar, por avión o en un camión lleno de gente. Puede ocurrir que dejen pasar mucho tiempo para contactar a la familia o la compañía, se toman su tiempo para negociar. En realidad, la mayoría de los puntos están a su favor. La situación de Colombia resulta un poco diferente a la de Venezuela, México o Ecuador.
Los secuestradores deberán estimar y concretar el tiempo que retendrán a la víctima, el lugar o lugares en donde la tendrán y la persona que realizará las negociaciones. Generalmente, en caso de secuestros de mujeres, serán dos mujeres las encargadas de su vigilancia. Casi siempre habrá dos personas encargadas del secuestrado, más otras encargadas de la logística. Para la banda de secuestradores es un riesgo tener a muchos alrededor de la víctima, ya que pueden originar movimientos extraños y llamar la atención sobre ese lugar. Si eso ocurre, los secuestradores tienen que mover a la víctima de sitio.
Si la víctima está en manos de grupos subversivos colombianos, estará recluida en condiciones precarias, con alimentos, aseo y sitio para dormir similares a los guerrilleros. Muchas veces, el trato será menos violento y se le dejará cierta movilidad dentro del campamento si la víctima coopera y no se resiste; pero siempre estará bajo estricta vigilancia, generalmente por jóvenes en fase de entrenamiento que responderán con su vida si se escapa el secuestrado.
Las llamadas telefónicas, mensajes y negociaciones comenzarán después de varios días, semanas o meses de cometerse el plagio. El negociador debe ser una persona o grupo de personas de plena confianza de la familia y por otro lado, aceptables para los secuestradores. Adicionalmente, debe tener experiencia en negociación, pago de dinero y entrega de rescate.
Para los secuestradores, decir: “Tenemos a estas personas” no es suficiente, porque cuando se hace público que una persona ha sido secuestrada, es posible que otros grupos traten de obtener beneficios. Eso ocurre mucho en México. Los secuestradores tendrán que probar con información que esa persona ha sido efectivamente capturada. En cada parte de las negociaciones se necesita hacerles una serie de preguntas a los secuestrados, para comprobar que están vivos e insistirles que no tienen el control de la situación. Al principio los negociadores no tienen control de nada pero durante las negociaciones se trata de transmitir autoridad, siendo firmes y justos. Los secuestradores aceptan eso. No es un secreto.
Lo que sí deben mantener los policías como un secreto son las investigaciones sobre la posible ubicación de la víctima. Los secuestradores siempre deben sentir que están actuando en un área segura. También quieren el éxito en estas negociaciones.
En Guatemala ocurrió un secuestro, cuya víctima fue un anciano de 74 años con mala salud. Después de seis semanas de cautiverio la familia pagó el rescate. La prueba de vida fueron fotos de Polaroid. Pero esa persona había muerto al principio del evento. Los secuestradores guardaron su cadáver en un refrigerador y para hacer cada prueba de vida lo sacaban, le colocaban un poco de maquillaje, tomaban la foto y la enviaban a su familia, que pagó por un cadáver. El hecho resulta curioso, pero sucedió.
Tal vez la familia del secuestrado o su empresa decida formar un comité de crisis y buscar un intermediario. El presidente o el jefe de la familia (si no son las víctimas) pueden decidir involucrar a un hijo o a una hermana. Esa participación es muy importante. También pueden estar presentes un abogado y un asesor financiero.
También es muy importante el portavoz, cuya función es tener contacto con las autoridades. El portavoz puede ser un miembro de la familia o de la compañía. Depende de la situación de cada país, pero normalmente la policía sabe de las negociaciones. Contar con su apoyo es una decisión muy personal. El intermediario es la persona involucrada más importante en la negociación, pues también está en contacto con los secuestradores aunque no se le permite que él solo hable con ellos, porque como no es un miembro del comité, no tiene voto. El comité le da las instrucciones y le indica lo que debe suceder en el próximo contacto. Tampoco conoce las cantidades, ni las intenciones. Sólo tiene las instrucciones para el próximo contacto. El mejor vendedor de la compañía normalmente es bueno para este papel. Esa persona debe tratar de establecer una relación con los secuestradores.
Existe también otro problema: las autoridades no puedan buscar simultáneamente a todo el grupo de secuestradores. Entonces, si logran capturar a alguno de ellos, el resto del grupo pensará en tomar represalias contra el secuestrado o algún miembro de la familia
Generalmente, lo que se puede pagar no es lo que los secuestradores aspiran. Pero existe una cantidad objetiva, que no es la de la demanda de los secuestradores, sino el nivel que se puede pagar. Es como comprar un vehículo: tengo diez mil dólares para comprarlo y no voy a subir más de eso. Hay que reunir el dinero entre los bancos, amigos, familiares. Se deben conservar las ofertas iniciales suficientes para mantener la vida de la víctima. La primera oferta quizá sea la más importante. Hay que tener en cuenta incrementos posteriores que no van a recompensar las amenazas. El intermediario tiene que ser muy serio, pero puede convencer a los secuestradores de que no se va a pagar más o sólo un poco más.
Cuando se llega a un acuerdo con los secuestradores se plantea un peligro para ambas partes. Se necesitan otras pruebas de vida. La confianza que ha transmitido el intermediario es muy importante, pues ayuda a la relación entre las dos partes involucradas.