1.- Las reseñas policiales, los registros civiles (como certificados de matrimonio, testamentos, escrituras etc.), y los rehenes liberados. Se recomienda nunca fiarse de un sólo rehén.
2.- Los secuestradores siempre se pueden vincular a individuos, organizaciones y lugares.
3.- Examinar relaciones personales, lazos con organizaciones, historiales médicos y reseñas policiales, afiliaciones políticas, antecedentes penales, etc.