Para abordar la seguridad desde el punto de vista tecnológico, analizaremos las premisas que tiene el público sobre el problema de la inseguridad actual.
1.- La inseguridad es un problema grave. No hay soluciones a corto plazo ni una explicación simple.
2.- Involucra muchos esfuerzos, sin ninguna coordinación.
3.- La impunidad es la regla.
4.- No se puede resolver en el ámbito nacional.
5.- Es una situación que puede resolverse a punta de pluma (con decretos y/o leyes) y a punta de plomo (represión eficiente).
6.- Se trata de un problema mundial.
7.- Depende más de los conflictos de los países vecinos que de Venezuela.
En conclusión, nadie es responsable, solamente existen víctimas.
El público también tiene su criterio en cuanto al tratamiento clásico del problema de la inseguridad:
1.- Los métodos tradicionales han evidenciado su incapacidad para hacer sentir seguras a las personas. Simplemente, se ha planteado atacar a la inseguridad mediante operativos, procesos, enjuiciamientos y/o seguimientos.
2.- Se ofrece una prevención esporádica y se aplica la represión.
3.- Las acciones policiales son esporádicas y temporales, basadas en operativos que no corresponden a ningún tipo de planificación.
4.- Las leyes son de difícil aplicación, no están ajustadas a la realidad y están enmarcadas dentro de un sistema judicial ineficiente.
5.- Es bajo el nivel de conciencia sobre el problema por parte del Estado y entre los mismos ciudadanos.
6.- No existen datos estadísticos que permitan realizar el análisis, la comparación y el manejo de la inteligencia.
Las autoridades nacionales, regionales y municipales están actuando por la ciudadanía. Pero enfrentan una grave problemática por limitaciones jurídicas y financieras. Además, enfrentan una situación de inseguridad que procede de otras zonas, lo cual implica la coordinación con autoridades de otras áreas. Dado que las fronteras son abiertas, los problemas pasan de un lugar a otro.