La militarización de la seguridad pública se ha utilizado como táctica para abordar la delincuencia en América Latina. En países como Ecuador y Perú los cuerpos castrenses han tenido una participación y un amplio historial de intervencionismo en temas de seguridad pública, algunos con resultados positivos, otros no tan alentadores.
México es un claro ejemplo de que la presencia de las Fuerzas Armadas en las calles no es viable, pues hasta la fecha no ha logrado reducir el tráfico de drogas ni los crímenes; al contrario, ha desatado una ola de violencia sin precedentes.
Ante tal realidad, ha resultado problemático y alarmante que en Venezuela la estrategia de seguridad pública esté en manos principalmente de la Fuerza Armada. Actualmente el país enfrenta un complejo problema de seguridad, que ciertamente no se resolverá con el uso de la mayor fuerza del Estado.
A pesar de las críticas y el rechazo el presidente Nicolás Maduro reiteró ayer su defensa al Plan Patria Segura, y aseguró que la Fuerza Armada está «preparada para proteger al pueblo», en los estados Zulia, Lara y Carabobo.
«La Fanb que formó nuestro Gigante está preparada para proteger al pueblo y juntos construir un país seguro, con mucho trabajo lo lograremos», escribió a través de su cuenta en Twitter, @NicolasMaduro.
Para el sociólogo Roberto Briceño León el plan de seguridad militarista denominado «Patria Segura» genera más incertidumbre que tranquilidad en la población, pues a su juicio «las medidas no están destinadas al control de la delincuencia sino al control social y político, su objetivo no es lograr disminuir el delito», aseguró en entrevista a
Tal Cual .
El Gobierno Nacional hasta la fecha ha implementado 20 operativos de seguridad, 19 de ellos no han brindado soluciones, pues según el director del Observatorio Venezolano de la Violencia «los homicidios del país siguieron en aumento en lo que va de año, en un 13 por ciento más en comparación al año pasado», mientras que el plan Patria Segura sólo busca privilegiar el factor represivo sobre el preventivo.
«En el gobierno de Nicolás Maduro ha existido un proceso de militarización que ni siquiera lo ejecutó Chávez en sus catorce años de mandato», acotó.
RECONCIALACIÓN VITAL Briceño afirma que es imposible ocultar la realidad de la violencia, pero sí es viable la recomposición de los valores en la sociedad, «tiene que existir un proceso en la sociedad de valorización de las normas y del respeto del otro, tiene que existir un mensaje que no exalte la violencia sino exalte el dialogo, el cumplimiento de las normas, exalte la civilización, la educación, todo esto son elementos básicos hacia el camino de la recomposición de los valores, el respeto a la ley, y el manejo de las diferencias».
Recalcó que es primordial la creación de una «policía universal que actué por igual frente a todos los ciudadanos. Mientras no exista la exaltación de la convivencia y del respeto al otro no podremos avanzar».