Plan Patria Segura la tiene difícil en Sucre

Un total de 110 ciudadanos asesinados, 216 carros robados y 115 hurtados, además de 123 hurtos genéricos, registrados solamente durante las primeras ocho semanas de este año, situaron a Sucre como el municipio más violento del país, según las estadísticas que tiene la policía científica, las cuales están detalladas en el informe que elaboró el Observatorio de Seguridad Ciudadana del Ministerio de Justicia.
Con más de un millón de habitantes, según datos de la Alcaldía de Sucre, y una proyección que era de 665 mil 203 para 2012, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el municipio es conocido como el gran barrio de Venezuela, pues lo componen al menos dos mil sectores populares agrupados en cinco parroquias, la gran mayoría ubicados en zonas altas, de difícil entrada para el transporte, patrullaje, e incluso otros servicios públicos.
El Plan Patria Segura llegó el lunes 13 de mayo al municipio Sucre y se concentró en los barrios de Petare con apoyo de la Policía Militar, Guardia del Pueblo y Policía Nacional. El trabajo preventivo ha sido día y noche, según reconocen los vecinos, pero aún es temprano para adelantar resultados, dijeron fuentes policiales y militares que fueron consultadas por Últimas Noticias.
De acuerdo con una encuesta que fue realizada por ÚN a vecinos, comerciantes y transportistas en Petare, Palo Verde, Boleíta y Los Dos Caminos, el delito que más reportan es el robo a mano armada y el arrebatón de carteras, joyas y celulares. El homicidio por arma de fuego es lo que más se comenta en los barrios, mientras que la violencia intrafamiliar va en ascenso.
Los ciudadanos consultados se quejaron porque la policía no puede resguardar el municipio y criticaron que normalmente los funcionarios practican viejos vicios como «la matraca», que significa pedir dinero a delincuentes, infractores y gente trabajadora a cambio de no aplicar sanciones.
Las zonas que fueron consideradas por los consultados como más violentas, con más índice de asaltos, crímenes y consumo de drogas, fueron Mariches, La Dolorita, Caucagüita, José Félix Ribas, San Blas, El Nazareno, El Carpintero, Mesuca y la Redoma de Petare.
Mucho miedo. La señora Esther González se identificó como integrante de uno de los consejos comunales de Barrio Unión, pero no precisó el sector donde reside porque consideró que si denuncia puede sufrir represalias por parte de los delincuentes que tienen azotado todo el sector, desde El Cerrito hasta El Carpintero.
«Hay mucho miedo en el barrio, nos amenazan si saben que hablamos y por eso los delitos no son denunciados. Las víctimas temen por sus vidas», explicó la vecina.
La señora González dijo que existe la policía, pero no hay personal para el patrullaje, pese a que la Policía de Sucre tiene asignados supervisores o padrinos para cada zona.
Faltan espacios. Jesús Hernández es músico, vive en La Dolorita y cuenta que en Sucre hacen falta espacios para la cultura. «Creo que se deben crear talleres para enseñar música en el barrio. El arte tiene que entrar a las casas de nuestros niños porque ahorita lo que tenemos es violencia afuera y adentro», señaló.
Más deporte. Roland Rojas es deportista y consideró que la construcción de centros comerciales como el Milenium y Líder, que tienen grandes salas de cine, son de gran importancia para la comunidad, pero a su juicio, es mejor construir canchas y escuelas».

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