Los vigilantes de urbanizaciones privadas están siendo integrados al sistema de seguridad en el municipio Sucre a través de un programa piloto que se viene implementando desde hace unos meses.
En algunos sectores como La Urbina, Macaracuay, Los Ruices y Palo Verde, los vigilantes de empresas privadas han sido contactados por Polisucre y se les ofrece la posibilidad de acudir voluntariamente a la Academia de Policía del municipio para recibir formación.
Allí, además de algunas nociones para desempeñar mejor su función, reciben también un teléfono para que se puedan comunicar con los policías en el caso de cualquier eventualidad. De esta manera se está creando un red de contacto directo en favor de una mayor seguridad vecinal.
Ayer se celebró un acto de reconocimiento a estos operadores de seguridad y, tras verificar que cumplieron con los requisitos del programa, treinta de ellos recibieron una bolsa de alimentos como incentivo especial.
En el municipio Sucre, según cálculos de la propia alcaldía, se necesitan unos 4 mil policías pero apenas existen poco más de mil. Esta carencia ha obligado a echar mano de originales formas de luchar contra la inseguridad, y esta de recurrir a la vigilancia privada es una de ellas.
Según el alcalde Carlos Ocariz, la comunidad apoya esta colaboración bidireccional, pues la gente entiende que mientras los vigilantes colaboren también con la seguridad en las calles recibirán un apoyo especial de Polisucre.
Desde la alcaldía aseguran que el programa ha funcionado tan bien que la idea es que se multiplique por todo el municipio y llegue a ser una bandera para el resto del país.
