La Iglesia católica manifestó ayer su disposición de colaborar con el Plan Patria Segura. El anuncio lo hizo Miguel Rodríguez Torres, ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, luego de reunirse con representantes de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV). Informó además que el 17 de julio sostendrá un encuentro con los párrocos de Distrito Capital, Vargas y Miranda con la finalidad de establecer una agenda de trabajo común «para la búsqueda de una sociedad de paz». Detalló que en la reunión se definirá una metodología: «Los párrocos pueden ser canales de información para los ciudadanos que estén dispuestos a incorporarse al plan desarme». El ministro indicó que el Gobierno Nacional reconoce el liderazgo de la Iglesia católica y su presencia en las comunidades. En tal sentido, comentó que el Ejecutivo solicitó su ayuda y propuso que los sacerdotes se sumen a los planes de seguridad: «Cuando se siembre la palabra de Dios no se puede cosechar sino paz, convivencia y amor, que son los valores fundamentales que necesitamos». Otro de los temas abordados con la CEV fue el de los políticos presos y los exiliados. En este sentido, Rodríguez Torres apuntó que la iglesia se comprometió a entregar una lista con el nombre de las personas que pueden ser objeto de alguna medida. No obstante, el ministro le indicó a los clérigos que los exiliados «cometieron delitos en Venezuela y nunca se pusieron a la orden de la justicia y de los tribunales». También se conversó sobre algunos asuntos administrativos de la Iglesia, como la posibilidad de facilitar el ingreso al país de sacerdotes, religiosas y misioneros, así como la educación religiosa en valores: «Esperamos mantener relaciones de diálogo sinceras, diáfanas y transparentes para juntos construir la sociedad que queremos». En cuanto a las medidas de protección que pidió Cáritas y la CEV por cuanto en las últimas semanas se han registrado hechos delictivos en la zona de Montalbán, Rodríguez Torres se comprometió a enviar al director de la Policía Nacional Bolivariana para definir las medidas de seguridad en el sector que no está incluido en el Plan Patria Segura. A su vez, monseñor Diego Padrón, presidente de la CEV, destacó el clima de respeto y diálogo que reinó en la reunión. Señaló que se trata de un paso importante para mejorar las relaciones entre la Iglesia y el Gobierno, lo cual contribuirá «a bajar el nivel de tensión en el país». Aclaró que en los encuentros no habrá siempre coincidencias: «Podemos diferir, pero encontraremos elementos comunes para el bien del país».