Iglesia Católica se incorpora al plan de desarme voluntario

La Iglesia Católica aceptó participar en los planes de desarme voluntario que pondrá en marcha el Ministerio de Interiores y Justicia (MIJ).
«Estamos muy dispuestos a ser canales para el desarme y la prevención», declaró ayer Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas, al salir un encuentro con el MIJ, Miguel Rodríguez; el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Diego Padrón, y sacerdotes de Caracas, La Guaira y Los Teques.
Durante el encuentro, celebrado en la iglesia de San José del Ávila, tanto el ministro Rodríguez Torres como los representantes del clero se dijeron sus cosas. Por ejemplo, todos los sacerdotes que tomaron la palabra solicitaron que el Gobierno restableciera las clases de educación católica en las escuelas. «Eso lo está estudiando el Alto Gobierno», respondió Rodríguez Torres.
A su turno, el ministro les pidió a los sacerdotes que no llevaran al púlpito el tema de la parcialidad política. «Desde el 2002 al 2004 se hizo y eso desunió. Todo eso está grabado», recordó el ministro. También les recordó que el año 2002, el vehículo del entonces Nuncio Apostólico (embajador del Vaticano en Venezuela), fue usado para sacar personas solicitadas por la justicia desde la Plaza Francia de Altamira. «Todo eso yo lo tengo substanciado, inclusive se lo mostré al anterior cardenal Ignacio Velasco. Eso hay que evitar que vuelva a ocurrir; tenemos que buscar puntos de coincidencia», indicó Rodríguez Torres.
Varios párrocos tomaron la palabra para plantear problemas de inseguridad en sus parroquias, exponer proyectos y demandar solución a situaciones puntuales.
Pero al final de la reunión, el ministro intercambió teléfonos con ellos y les prometió respaldo a todos esos proyectos planteados. «En cada parroquia irán equipos profesionales para trabajar en el eje preventivo si las autoridades así lo permiten», señaló el titular de Interior y Justicia. «Me parece muy bien ese enlace», respondió Urosa Savino, quien estaba sentado al lado del ministro y demás integrantes de la Conferencia Episcopal.
«Ministro, explíquenos eso del centro de canje de armas», preguntó Urosa Savino. «Ustedes no van a tocar las armas, ustedes van a hacer intermediarios entre el Gobierno y esa persona que va a entregar un arma de manera voluntaria», respondió Rodríguez Torres. «Okey, nosotros seremos garantes del seguimiento a ese proceso de desarme voluntario; vamos a trabajar en esa línea», completó el arzobispo de Caracas, quien al concluir su exposición le dio la palabra al presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela.
«Desde las distancias uno puede descubrir elementos convergentes», dijo Diego Padrón, quien saludó la iniciativa del ministro de reunirse con representantes de la Iglesia Católica. Padrón insistió en el petitorio principal del clero en cuanto a que se les devuelva la posibilidad de impartir clases de religión en las escuelas, e incluso le sugirió al MIJ enviar comunicación a los jefes de Zona Educativa para abrir las puertas a ese planteamiento.
En algún momento el ministro les respondió que «la libertad de culto es un principio constitucional y el acercamiento a Dios es un acto individual; no creo que hay que imponerle la religión a nadie».

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