La regulación de precios en las clínicas privadas de San Cristóbal (Tách) ha hecho difícil el arreglo de los equipos de alta tecnología para hacer radiografías, tomografías y otros exámenes, pues los repuestos son costosos.
El coordinador regional de la Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales, Carlos Jaime, señaló que las tarifas implementadas por la Sundecop «harán que las clínicas vayan a la quiebra en aproximadamente seis meses, porque los costos no se corresponden con la situación económica real». Destacó que la medicina nuclear irá desapareciendo, porque si alguien necesita una resonancia nuclear magnética las clínicas no podrán ofrecérsela por lo caro de mantener los equipos.
Según explicó Raúl Omaña, médico especialista de una clínica privada, el mantenimiento de equipos como el resonador, tomógrafo, mamógrafo y rayos X, le cuesta 960 mil bolívares al mes a una clínica tipo 1, y con la disminución se les hace imposible sostener estos servicios.
Los pacientes ya están sintiendo los efectos. María Castro, diagnosticada con cáncer de colon, expresó su preocupación porque ha tenido que esperar mucho tiempo para hacerse exámenes especializados, pues las clínicas ya no están ofreciendo el servicio debido a que diversos aparatos no están en funcionamiento.
Saturadas. En Monagas, los centros de salud privados están saturados. El doctor Pablo Morillo, presidente del Centro Médico de Maturín, informó que en el estado hay 12 clínicas con un total de 250 camas de hospitalización, lo que contrasta con el servicio público de salud, donde solamente el hospital Manuel Núñez Tovar de Maturín tiene 450 camas. Morillo asegura que las clínicas atienden 52% de toda la población de la entidad, mientras que el sector público asume el restante 43%.
Los problemas fundamentales que afrontan las clínicas de Monagas tienen que ver con los reactivos para los servicios especializados, desde el más sencillo para sacar una simple prueba de sangre hasta los más sofisticados para la elaboración de tomografías o exámenes más precisos.
Morillo indicó que las clínicas monaguenses están atendiendo a los trabajadores de Pdvsa, de la Gobernación y las alcaldías, organismos que «presentan retardos significativos en los pagos, sobre todo la empresa petrolera».