Engañados y burlados aseguran estar los médicos del Hospital José Gregorio Hernández, situado en Los Magallanes de Catia, a casi tres meses de la instalación del Colectivo de Salud, promovido por Francisco Armada, titular de Salud.
Así lo relató la portavoz de la sociedad médica de la institución, Rosa Torrealba, quien denunció el acecho de delincuentes en los alrededores del recinto, lo que a su juicio se ha convertido en el principal problema tanto para los paciente como para el gremio que labora e la institución.
Torrealba dijo que en muchas ocasiones los vándalos usan objetos contundentes para estallar los vidrios de los vehículos que permanecen estacionados en el interior del recinto para hurtar las pertenencias del personal que presta servicio en la institución. «Hace dos meses dos sujetos armados le robaron el fusil a un funcionario de la milicia que vigilaba el hospital», afirmó.
En torno al servicio médico, señaló que actualmente cuentan con nueve turnos quirúrgicos mensuales para realizar cirugías electivas, lo que representa un déficit de al menos 15 operaciones planificadas por mes. Indica que la capacidad vigente se incremento en dos turnos en comparación con el año pasado cuando apenas podían operar a siete paciente en un lapso de cuatro semanas.
«Sigue siendo un Vía Crucis preparar a un paciente para operarlo porque no contamos con el material médico quirúrgico necesario», reiteró la especialista, quien calificó de montaje las mesas técnicas de salud instaladas por las autoridades para resolver fallas puntuales de insumo, infraestructura, equipos y personal.
El gremio sostuvo que el servicio de Historias Médicas se mantiene anegado, debido a una filtración de aguas servida que tiene al departamento en cierre técnico. «Todas las historias y expedientes médicos están mojados». Según indicaron los galenos, el nosocomio presenta filtraciones en buena parte de su estructura. Los pisos 4 y 5, donde anteriormente funcionaban las unidades de Medicina Interna y pediatría, están clausurados.
El presidente de la Fundación Amigos de Enfermos Hepáticos, Libardo Laurens, coincide en que se mantienen los retrasos para planificar los turnos quirúrgicos destinados a los pacientes que requieren trasplantes. Aseveró que en el país una 300 mil personas aguardan por una operación. «Estamos viviendo una crisis hospitalaria porque los médicos se están yendo del país por falta de seguridad».
Frente a esa situación, informó que la ONG que preside promueve las cuentas de correo electrónico [email protected] y [email protected] para recibir las denuncias de las personas que llevan meses esperando .
Laurens explicó que el objetivo es construir un listado para determinar el déficit de operaciones. «La falta de insumos no solo afecta a los pacientes hepáticos, también perjudica a quienes esperan por un riñón u otros órganos vitales».
Estimó que en Venezuela al año mueren unas 2.500 personal por complicaciones hepáticas, pues asegura que se trata de un padecimiento que deteriora la vida del paciente en cuestiones de meses.