Una nueva protesta en la parroquia Candelaria tras el asesinato el martes del dueño de la panadería El Faro, José Correia (77), originó que las autoridades del Gobierno y la Guardia del Pueblo acudieran este miércoles a atender a los vecinos, a quienes prometieron cambios en los operativos de seguridad de la zona.
La primera propuesta aceptada por las autoridades fue la sustitución de los 50 efectivos de la Guardia del Pueblo dispuestos en la parroquia, pues algunos habían sido denunciados por exigir dinero a los comerciantes con la excusa de cuidarlos del hampa.
La segunda medida aceptada fue ampliar el número de funcionarios en las calles y elevar el patrullaje, que no permanezcan en carpas sin atender a la ciudadanía que denuncia, sino hacer rondas a pie durante el día y vehicular por las noches.
La mayor queja de los vecinos es que los efectivos no responden a las alertas de la gente, sino que permanecen en sus carpas mandando mensajes de texto.
Quienes atendieron a los vecinos fueron Américo Villegas, director del despacho del Viceministerio de Seguridad Ciudadana, y el coronel de la GNB Luis Quesada, quien se comprometió a realizar los cambios. Le planteó a los ciudadanos que si sus acciones no eran efectivas, podrían solicitarle la renuncia durante los próximos días.
Hubo algunos planteamientos de los dirigentes vecinales que quedaron en el tintero, como la solicitud de realizar allanamientos en los 29 edificios invadidos de la parroquia, pues alegan que puedan albergar a personas solicitadas por la justicia.
Los vecinos organizados dieron 72 horas a los funcionarios para que cumplan con sus acciones. Prevén reunirse con el coronel Quesada para el próximo miércoles 9 de julio y evaluar las nuevas medidas.
Solidaridad. La protesta se inició a las 10:40 am en la esquina de Miguelacho, a unos 50 metros de la panadería donde se cometió el crimen.
Minutos antes, Américo Villegas, del Viceministerio de Seguridad, acudió al lugar tal como había anunciado durante la protesta del martes, pero decidió retirarse brevemente luego que varias personas decidieron trancar las calles.
Villegas regresó cerca de las 12 del mediodía junto al coronel Quesada. La protesta culminó a las 12:30 pm.
Los vecinos siguen consternados por la muerte del ciudadano de origen portugués. La panadería El Faro estuvo cerrada por luto, mientras sus restos fueron velados en la funeraria Vallés.
En la puerta de varios locales hay cámaras de seguridad privadas que habrían captado el momento cuando los pistoleros cometieron el crimen.