Patrullaje constante y contacto permanente entre comerciantes y cuerpos de seguridad, fue uno de los principales acuerdos al que llegaron las partes (comerciantes, directivos y policías) ayer en una mesa de trabajo en el que hicieron un diagnóstico del problema del hampa que los acogota.
Bandas organizadas de asaltantes que operan desde hace meses en la zona, venta ilegal de drogas y alcohol, extorsión a los comerciantes y hasta prostitución infantil, son algunos de los principales problemas. Los funcionarios de la Policía de Caracas que se encargarán de la seguridad no dejaron nada en el tintero. El objetivo es erradicar las mafias que operan en el mercado.
«No se trata de una tarea fácil», aseveró durante el encuentro la supervisor jefe que estará a cargo de las operaciones, oficial Gledys Delgado, «pues habrá 16 hectáreas por cuidar, con miles de personas que entran y salen diariamente, pero hay voluntad por hacer las cosas bien».
Dos patrullas de Policaracas que estaban dañadas ya están operativas. Rondarán todos los alrededores del mercado junto a unos 30 funcionarios. También se pidieron unas motos, las cuales esperan recibir próximamente para sumarlas al operativo, que se extenderá durante la madrugada.
Las autoridades esperan contar con la denuncia directa. La policía sabe que hay miedo de mencionar a los criminales y por ello se les dio un número de celular, para implementar la llamada de forma anónima. Se cuenta también con un equipo de inteligencia donde colabora Inmerca junto con el Cicpc para detectar zonas de mayor incidencia delictiva.
Los policías que estarán a cargo a partir de ahora tienen solo dos semanas instalados en el lugar. Se decidió cambiarlos por las reiteradas denuncias de extorsión.
Cero anarquía. Los comerciantes admitieron que el mercado ha perdido reconocimiento y se han generado muchas irregularidades por la anarquía. Se revisará el tema de los niños carretilleros junto con una representación de la Lopna; los camiones de descarga y la vacuna que les cobran para estacionarse; además de hacer una inspección a los buhoneros, pues no se descarta que alguno esté ligado a bandas de ladrones.
El 30 de julio habrá otra reunión, donde se recibirán por escrito las múltiples propuestas de los comerciantes sobre cómo abordar determinados espacios, mejorar el patrullaje y censar a los trabajadores.